Acuerdo para la inversión de Sapa, accionista de Indra, en un nuevo centro de innovación en Jaén

Acuerdo para la inversión de Sapa, accionista de Indra, en un nuevo centro de innovación en Jaén

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Sapa revaloriza su inversión en Indra en más de 200 millones por el crecimiento de Defensa

La compañía guipuzcoana es una de las grandes beneficiadas del buen momento de la tecnológica española, en la que asumió una posición preferente hace solo tres años

Más información: Sapa anuncia un centro de I+D en Jaén con una inversión de hasta 18 millones

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La guipuzcoana Sapa, propiedad de los Aperribay, jugó un papel clave en la gestación de la operación de entrada de Indra en ITP Aero. Durante mucho tiempo se dio por hecho que la firma con sede en Andoain entraría al capital de la aeronáutica de Zamudio, pero finalmente optó por quedarse al margen y concentrar fuerzas en otra aventura incluso más interesante, la de crecer dentro de la propia Indra.

En realidad ambas opciones eran buenas por el carácter estratégico que han asumido tanto ITP como Indra en los últimos tiempos como bastiones en su sector amparados por el Gobierno de Pedro Sánchez, que participa de forma directa o indirecta en el accionariado de ambas.

La propia Indra, controlada por la Sepi y ahora con Ángel Escribano al frente tras la marcha de Marc Murtra a Telefónica, ha reconocido su interés en disponer de una porción de acciones mayor del 10% actual en ITP Aero, en la que convive con Bain Capital, JB Capital y Gobierno vasco.

Las dos compañías, Indra e ITP, disfrutan de vientos de cola con crecimiento en ventas y resultado. La sensación además es que lo mejor está por llegar, y así lo confirman los mercados en el caso de la cotizada con sede en Alcobendas. El anunciado incremento del gasto en Defensa anticipa nuevos proyectos rentables de la mano de una apuesta por invertir en digitalización o tecnología aeroespacial.

Visita de Pedro Sánchez e Imanol Pradales a ITP Aero

Visita de Pedro Sánchez e Imanol Pradales a ITP Aero

Apuesta inicial del 5%

En esa Indra imparable viaja cómoda Sapa desde hace algo más de tres años, coincidiendo con el alumbramiento de esa larga operación para el cambio de manos de ITP desde Rolls Royce a Bain. Con una apuesta inicial del 5%, algo más de 90 millones de euros al precio de la acción de entonces, poco más de 10 euros, pronto la firma de los Aperribay amplió terreno y reconoció, algo más tarde, controlar un 8% de la tecnológica, lo que sitúa la inversión en alrededor de 140 millones de euros.

Jokin Aperribay, durante una rueda de prensa esta temporada de la Real Sociedad

Jokin Aperribay, durante una rueda de prensa esta temporada de la Real Sociedad Juan Herrero/EFE

Un desembolso que tres años después puede considerarse más que barato, teniendo en cuenta la evolución de la acción en los últimos meses. A cierre de mercado de este viernes la participación de Sapa tendría un valor de unos 370 millones de euros, lo que permitiría a la familia del presidente de la Real Sociedad dar un auténtico 'pelotazo' si optara por vender su parte.

A esa proyección en Bolsa hay que añadir que Indra recuperó la política de 'generosidad' con los accionistas de la mano de la mejora del resultado coincidiendo prácticamente con la entrada de Sapa, con repartos en los últimos tres años a los que se sumará otra entrega en este 2025.

Oficinas de Sapa

Oficinas de Sapa CV

En total, la guipuzcoana se habrá embolsado ya en estos cuatro ejercicios unos 13 millones de euros en dividendos, es decir, ya ha recuperado una décima parte de lo pagado incluso sin necesidad de desinvertir.

No parece, en todo caso, que la apuesta de los Aperribay por Indra tenga fines meramente lucrativos. El interés del propio presidente del club donostiarra por estar en el consejo y esa proximidad al Gobierno central (que ha cristalizado en la llegada a la compañía guipuzcoana de Raül Blanco desde Renfe), acompañada de apuestas fuera de Euskadi como el nuevo centro de innovación en Jaén, anticipan una relación de largo recorrido al menos siempre que no haya cambios de color en Moncloa.