Javier Arana, de la gestora ABE Capital, saluda al anterior consejero de Hacienda Pedro Azpiazu en la presentación del fondo en 2019 / Irekia
ABE Capital entra en el negocio de la distribución sanitaria con una nueva empresa en Bilbao
El fondo vasco, que nació en 2019 con el apoyo económico del Gobierno de Urkullu, acaba de recibir el impulso de más de 100 millones de euros del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) del Ministerio de Ciencia
Más información: El fondo ABE que impulsó Urkullu entra en la empresa cántabra SaveFamily
El gobierno de Imanol Pradales ha pedido un esfuerzo extra al mundo de la inversión para ayudar a las empresas vascas a crecer y a echar raíces en el territorio. Y la sensación es que el toque de corneta está removiendo algo en el ecosistema financiero, más proclive a aventuras como la de Talgo o a hacerse con el control de grupos medianos con proyección.
El caso de la gestora ABE Capital Partners es particular. Nació antes de la pandemia de la mano del Gobierno de Iñigo Urkullu bajo una especie de fórmula público-privada que remataba el ramillete de iniciativas de corte financiero del anterior ejecutivo entre las que se encontraba también Finkatuz, estrictamente público y llamado a jugar un papel ahora en la operación Talgo.
Si Finkatuz puede decirse que sí ha tenido estos años cierto protagonismo en un puñado de empresas clave, ABE Capital ha optado por un papel mucho más discreto, con un perfil mediático mucho más bajo y en general operaciones en empresas de un tamaño reducido.
Hasta el pasado otoño los fondos de la gestora que encabeza Javier Arana habían realizado apenas cinco inversiones sumando en ese momento una quinta participada, un laboratorio dental (Ceranium) que se sumaba a otras cuatro operaciones cerradas justo en los años posteriores a su creación.
El CDTI es parte del accionariado de Basquevolt
Impulso del CDTI
En estos últimos meses, sin embargo, ABE Capital ha lanzado un par de actuaciones muy seguidas. Lo ha hecho en todo caso fuera de foco, sin que desde el Gobierno de Pradales se haya apostado por reverdecer ese nexo con origen en 2019 a pesar del apoyo económico con que se acompañó ese alumbramiento, en torno a 20 millones de euros sumando partidas menores de las tres diputaciones.
A cambio, la gestora vasca se acaba de anotar un tanto más que relevante al lograr otro empujón público, en este caso bastante más voluminoso, a través del Gobierno central. Son más de 122 millones de euros del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI), englobado en el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
Un auténtico espaldarazo que servirá, según informó este organismo público ligado a otros proyectos tecnológicos clave en Euskadi como Basquevolt, para que el segundo fondo de ABE Capital apoye "a pymes españolas, multisectoriales, con alto potencial de crecimiento y con un foco proactivo en tecnología, sostenibilidad, salud y bienestar e industrias avanzadas".
La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant / E Press
Nueva empresa en Bilbao
En cuanto a los movimientos de los últimos meses, ABE activaba una sexta inversión a través de la cántabra SaveFamily, con sede en Castro Urdiales y especializada en dispositivos y tecnología segura para niños y mayores, como relojes, tabletas o cámaras.
Casi a la vez el fondo anunciaba la salida de una de sus primeras participadas, la empresa vizcaína de equipos eléctricos Fanox Electronics. Así, cerraba el pasado año con cinco firmas en cartera, las mencionadas SaveFamily y Ceranium y Oleofat (reciclaje de aceites), Quimunsa (control de plagas y sanidad ambiental) y Plain Concepts (inteligencia artificial y big data).
Ahora ABE confirma a este medio un nuevo movimiento a través de una plataforma de distribución de medicamentos y material sanitario con sede en Bilbao, Mediance, que aspira a vertebrar una actividad muy fragmentada en Euskadi gracias a su "amplia red de socios" y su posicionamiento en el sector.
Una apuesta por un negocio en auge como es el sanitario en el que están cobrando fuerza también otros agentes de inversión vascos, en especial en fases como el laboratorio o la mejora de equipamiento a través de la tecnología.