La marcha en Navarra a favor de Palestina concluyó en Trenasa, del grupo CAF, en Castejón. En la imagen el parlamentario foral de EH Bildu Txomin González / X
CAF pasa de favorita de Lakua y Madrid a estar bajo la lupa social y política por el tren de Israel
La firma de Beasain, una de las empresas vascas con más proyección internacional y mejores perspectivas de negocio, sonó como candidata preferida por el Gobierno de Sánchez para liderar el rescate de Talgo
Como quien pasa de héroe a villano, la empresa vasca CAF vive estos días el punto álgido en la presión por su participación en la construcción del tranvía de Jerusalén.
Esta siempre ha sido una cuestión más o menos presente en la vida de la firma con sede en Beasain desde que se hizo con este contrato en 2019 junto a la constructora israelí Shapir, y ha ocurrido por ejemplo en las últimas asambleas generales que activistas propalestinos han intervenido con duras críticas a los gestores de la ferroviaria por este motivo, incluso la ONU sentencia en un informe reciente a la empresa guipuzcoana.
Sin embargo, la escalada de la ofensiva de Israel en Palestina en los últimos meses ha elevado a otro nivel el grado de conmoción por lo que está sucediendo sobre todo en Gaza y ha encendido las protestas contra el gobierno de Benjamín Netanyahu en todo el mundo.
Euskadi es un territorio especialmente sensibilizado con la cuestión palestina y ha sido recurrente estos años la aparición de las siglas de CAF en protestas contra la invasión por parte de Israel. Pero el tema ha ido un paso más allá al pedir el lehendakari Imanol Pradales a la compañía "una reflexión ética" por su participación en este tranvía, sobre el que la postura de Lakua hasta ese momento había sido de pleno respaldo al fabricante de trenes.
El lehendakari Imanol Pradales en una visita a CAF
Rendimiento y proyección
El salto al tablero político se produce cuando también el partido socialista, socio de Pradales en Lakua, ha fijado posición. La semana ha comenzado con el anuncio de medidas contra Israel por parte del Gobierno de Pedro Sánchez y Eneko Andueza, líder del PSE, se ha alineado con el lehendakari pidiendo a CAF que revise su postura sobre el contrato.
Y no deja de ser curioso que la principal empresa vasca señalada ahora por su vínculo con el país hebreo sea una de las compañías con mejor evolución a nivel de negocio, además de una de las que más peso económico, social y tributario tiene en Euskadi.
Junta de Accionistas de CAF
Ya el anterior gobierno de Urkullu supo ver el potencial de CAF e implementó una doble operación de compra de acciones para dar al Gobierno vasco una posición actual del 3% accionariado, en el que tiene un peso elevado también Kutxabank (la mayoría de la compañía, el 24%, la tiene un fondo denominado cartera social, propiedad de los trabajadores).
La cotizada vasca cuenta con una cartera de pedidos inmensa, de más de 15.000 millones según el último recuento, y además gana dinero, algo que no es nada sencillo en un sector con unos enormes costes de fabricación.
Instalaciones de Talgo
Candidata para Talgo
Con todo ello, no es de extrañar que CAF apareciera en la nómina (corta) de candidatos industriales nacionales a hacerse con el control de Talgo en plena operación salida del fondo Trilantic, que cerca estuvo de desembocar en el paso de 'el otro' fabricante de trenes español a manos húngaras.
En las oficinas de Beasain siempre se ha visto esa unión como muy poco apetecible por las características de Talgo, pero aun así la compañía vasca sonó en las quinielas como candidata preferida por el Gobierno de Sánchez, que finalmente encontró una segunda carta ganadora en José Jainaga.
La compañía no hace ningún comentario al respecto a preguntas de ese medio mientras que desde el lado sindical se recuerda que se viene reclamando desde hace años la suspensión de la relación con Israel.
La marcha en apoyo a Palestina que comenzó ayer en Navarra arrancó la primera etapa en Tudela para terminar en las instalaciones de CAF en Castejón (Trenasa).