Dos contratos con fondos Next para energía marina quedan desiertos por los "exigentes" plazos europeos

El grifo de los fondos Next Generation se abrió de golpe y suscitó entre las administraciones y empresas vascas una mezcla de ilusión y escepticismo. Ahora empieza a asomar un riesgo cierto de que parte de ese dinero no pueda aprovecharse debidamente por los requisitos asociados a las convocatorias.

Este medio ha podido confirmar un caso significativo en un área además clave en el impulso renovable como son las energías limpias marinas, por las que Euskadi ha hecho una fuerte apuesta en los últimos años.

Hay casos concretos de éxito, como la planta de generación con energía de las olas en Mutriku o el aerogenerador flotante de Saitec, y de nuevo esta legislatura hay ya reservadas asignaciones de los presupuestos vascos para nuevos dispositivos que se colocarán en breve en la zona de pruebas de Bimep.

Esta es una sociedad participada por el Gobierno vasco a través del EVE y por el Ejecutivo central con el IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía) que canaliza un buen puñado de programas experimentales, algunos dotados con fondos europeos.

Dispositivo en las aguas de la zona de experimentación marina Bimep

Perte de renovables

Uno de ellos es Olagarro, dentro del programa Renmarinas, parte a su vez del Perte de Energías Renovables e Hidrógeno que gestiona el Ministerio de Transición Ecológica, concebido para mejorar las prestaciones del área central de Bimep en Armintza.

Zona de experimentación de Bimep

La línea Olagarro incluía la implementación de mejoras en dos de las conexiones con que cuenta la infraestructura, operación que sí ha sido adjudicada a una firma gallega (Kaleido Logistics), así como dos contratos más: uno para el suministro de una embarcación para Bimep y otro para la colocación de un multiconector que permitiera la conexión de varios dispositivos marinos a una misma toma. 

Son estos dos últimos, estimados en cerca de 4 millones de euros (3 millones el multiconector y algo menos de un millón el barco) los que no han encontrado empresas candidatas dispuestas a asumir las condiciones del proyecto.

El consejero Mikel Jauregi en una visita a Bimep en Armintza / Irekia

Límite de plazo

Se trata de una convocatoria con un límite temporal muy concreto, en este caso 2023-2026, tal y como se recoge en la propia descripción pública sobre Olagarro, en la que se piden proyectos a finalizar el 1 de enero del año que viene.

Son plazos "muy exigentes", transmiten fuentes del EVE, lo que se suma al hecho de que, por las propias condiciones de la zona, desde Bimep se ha buscado un diseño de los contratos, en especial en el caso del multiconector, que asegurara una serie de mínimos por parte de las empresas incluyendo requisitos técnicos elevados, explican desde la agencia energética del Gobierno vasco.

Los dos contratos, que salieron a licitación a mediados de 2024, han sido declarados ya desiertos aunque la intención de Bimep es volver a lanzar ambos proyectos más adelante si hay nuevas convocatorias europeas similares.