El presidente de BBK, Xabier Sagredo, visita las instalaciones de CAF, una de sus empresas participadas
La rentabilidad de Kutxabank blinda la apuesta millonaria de BBK, Kutxa y Vital por el arraigo
El banco vasco encadena tres años de abultados beneficios que aseguran el músculo económico de las antiguas cajas para invertir en empresas
Kutxabank gana un 16% más con una fuerte subida en la firma de hipotecas
"No solo buscamos rentabilidad. También contribuir al arraigo al territorio". Con esas palabras Xabier Sagredo, presidente de BBK, dio paso a la presentación del último balance de inversiones en empresas de la fundación bancaria, una cartera que se pretende más que duplicar en los próximos diez años.
El principal accionista de Kutxabank contaba en dicha presentación la pasada primavera con 1.100 millones invertidos en empresas y el objetivo es rozar los 3.000 millones en 2035. En esa estrategia se enmarcan operaciones como la de Talgo, en la que BBK es socia de José Jainaga, o la opción que se abre ahora de pasar a controlar la antigua Ibermática.
Se trata de un fuerte pulso por reforzar el accionariado local en empresas vascas que replican Kutxa y Vital. La guipuzcoana anunció recientemente un objetivo de 500 millones en nuevas participaciones en empresas del territorio en cinco años tras dar a conocer la compra del grupo Inzu, que se suma a una cartera con firmas con gran proyección como Multiverse, ViveBiotech u Oncomatryx.
En cuanto a Vital, la fundación alavesa da ahora sus primeros pasos en la compra de acciones de firmas locales. Ha aprovechado la palanca de Talgo para subirse a operaciones junto al Gobierno vasco en Ohmnia e Innometal, del propio Jainaga, y ha apostado también por Basquevolt.
Kutxa refuerza su apuesta por invertir en empresas con la incorporación del grupo Inzu
El triple de beneficio que en 2020
Todo esto hay que pagarlo, y eso partiendo de que las fundaciones bancarias, herederas de las cajas de ahorros, tienen un alto porcentaje de su presupuesto comprometido con fines sociales.
Kutxabank, del que las tres son accionistas, supone la principal fuente de financiación, aunque no la única. El banco vasco, que cuenta con su propia sociedad de inversión en empresas, vive desde 2023 (510 millones de beneficio) un momento dulce que tiene continuidad este 2025.
La entidad de Antón Arriola camina a ritmo de nuevo récord en septiembre, con lo que no es descabellado que en diciembre se aproxime a los 600 millones de resultado positivo. Los dividendos derivados de esas abultadas ganancias, que triplican las cosechadas en el año de la pandemia, son el sostén de la apuesta de BBK, Kutxa y Vital por el arraigo.
El consejero vasco de Industria, Mikel Jauregi, junto al presidente de Kutxabank, Antón Arriola, y José Antonio Jainaga en el desayuno informativo de Bilbao Europa Press
Sagredo señaló hace unos meses que espera que para 2030 BBK pueda ser autosuficiente y pagar su obra social con recursos propios, entre otros los derivados de la rentabilidad que aporten esas participadas, sin depender de lo que aporta el banco, pero ese será otro escenario.
Por ahora los ambiciosos objetivos a nivel de inversión en empresas de las tres fundaciones se sostienen por el pago anual del banco, equivalente al 60% del beneficio total (el pasado ejercicio Kutxabank sumó una aportación millonaria en especie a través de acciones de Iberdrola).