Belén Frau, dircom de Ikea: "La apertura de Vitoria supondrá más cercanía al cliente y creará empleo local"

Tras estudiar en la Universidad del País Vasco y con tan solo 28 años, Belen Frau fue nombrada gerente de auditoría en Deloitte. Su carrera ya apuntaba maneras, y con "constancia, un poco de suerte y curiosidad", la vasca se convirtió en la primera mujer en asumir el puesto de CEO de Ikea España, para ocupar más tarde, en 2021, el cargo de Directora Mundial de Comunicación de la firma.

Frau es un claro ejemplo de liderazgo femenino en una multinacional con tanto reconocimiento como lo es Ikea. Sus veinte años en la compañía le han permitido pasar de ser responsable de administración en la que fue la primera tienda de Ikea en el norte de la península —Barakaldo— a ser Directora Mundial de Comunicación de la multinacional.

El último hito de la vasca: ser reconocida por Forbes como una de las 100 mujeres más influyentes de España este año, junto a otras destacadas directivas como Marta Álvarez Guil, Marta Ortega o Ana Botín.

Hace poco fue incluida en el ranking de las “Las 100 Mujeres más Influyentes de España 2025” por Forbes. ¿Qué significado tiene para usted este reconocimiento?

Este reconocimiento supone un momento de agradecimiento y reflexión. Agradecimiento porque reconoce el trabajo de muchas personas —equipos, compañeros, mentores—, que han confiado en mí y lo han hecho posible. Reflexión porque me hace pensar en la responsabilidad que conlleva estar en esa lista. 

Estoy en una etapa de mi carrera donde la mirada es global, con la responsabilidad de liderar la comunicación de Ikea en muchos países. Que te reconozcan en ese contexto, me recuerda que hay que seguir actuando con humildad, coherencia y propósito.

Es vasca y se formó en la UPV. Tras ello ha desarrollado una trayectoria internacional en Ikea. ¿Cómo cree que su origen y su formación en Euskadi han influido en su liderazgo empresarial?

Creo que mi origen y mi formación han sido dos raíces importantes. Originaria de Bilbao, he aprendido a valorar el esfuerzo, la cercanía, la sencillez, el trabajo bien hecho, los valores de comunidad, y esos rasgos los traigo conmigo. Mi formación me ha dado una base técnica, económica y, quizá la más importante, un filtro crítico para cuestionar, para aprender, para no contentarme con lo obvio. 

Esa combinación de raíces y formación me ha ayudado a moverme por contextos internacionales con estabilidad, humildad y curiosidad, lo cual ha sido clave en mis 7 años en Deloitte y posteriormente en un entorno global como el de Ikea.

Hoy en día el modelo de negocio de Ikea está muy consolidado y en breve abrirán su segunda tienda en Euskadi. ¿Por qué se ha elegido Vitoria y qué puede suponer este segundo negocio en Euskadi?

La estrategia de Ikea es estar cada vez más cerca de sus clientes física y digitalmente con tiendas como la de Barakaldo o formatos más pequeños como los espacios de planificación existentes en las tres provincias. 

La elección de Vitoria responde a varios factores: la demanda de los clientes, la evolución demográfica de la zona, y esa visión estratégica de acercarnos a nuestros clientes. La nueva tienda, ubicada en el centro comercial El Boulevard, tiene una superficie de 5.000 m² y una zona de exposición de unos 3.000 m², la abrimos tras una primera incursión, en 2021, con un espacio de planificación.

Para Euskadi, esta apertura significa más accesibilidad, más empleo local y una oferta reforzada para personas que hasta ahora tenían que desplazarse a Barakaldo para tener una experiencia completa en tienda.

¿Amenaza el negocio el modelo de compra por Internet? ¿Cómo se integra este método de compra con el negocio de Ikea?

El comercio online no es una amenaza: es una oportunidad y parte natural de la omnicanalidad. El paso al omnicanal fue acelerado por el COVID, cuando muchas tiendas físicas se vieron obligadas a cerrar y el reto digital se convirtió en prioridad. 

Para Ikea, integrar la compra por internet significa combinar lo mejor del mundo digital con la experiencia física: la tienda para ver, tocar, inspirarse; el online para comodidad, servicio, entrega… Nuestra apuesta es “omni” canal, no “o uno u otro”, incluyendo la venta telefónica, a través de la app o cualquier otro canal elegido por el cliente. 

Es decir, no se trata de elegir solo online o solo tienda, sino de facilitar al cliente cómo, cuándo y dónde quiere comprar, con coherencia, buen servicio y propósito.

Belén Frau, Directora Mundial de Comunicación de IKEA Cedida

¿Cuáles son los retos más relevantes a los que se ha tenido que enfrentar en su puesto como Directora Mundial de Comunicación de Ikea? 

En primer lugar, convertir la comunicación en un motor de crecimiento y propósito, no solo en informar: comunicar lo que hace Ikea por las personas, por el planeta y por el hogar de “la mayoría”.

En segundo lugar, unificar voz global y relevancia local: trabajar en más de 30 países requiere que el mensaje global tenga sentido, pero sea auténtico en los mercados locales.

Y, por último, gestionar en tiempos de cambio acelerado: tecnológicos, culturales, sociales, medioambientales. La comunicación debe ser ágil, digital, cercana, con poca jerarquía, y nada complaciente.

Y, ¿como mujer? ¿Se ha tenido que enfrentar a brechas salariales o de cualquier otro tipo?

En mi caso personal, no considero que haya tenido que enfrentar grandes barreras. De hecho, me han ofrecido nuevos retos o responsabilidades intercalados con mis periodos de maternidad, algo que siempre he valorado muchísimo porque refleja una cultura de confianza y de apuesta por el talento, más allá de los momentos vitales.

Ahora bien, también soy muy consciente de que esa no es la realidad para muchas mujeres. Y por eso creo que, como líderes, tenemos una responsabilidad: vigilar, trabajar y promover la igualdad real. 

La diversidad no es solo una cuestión de justicia, sino que es una palanca de innovación, de conexión con el mundo real y de construcción de una empresa y una realidad más humana y desde Ikea estamos firmemente comprometidos con fomentar entornos diversos e inclusivos donde todas las personas tengan las mismas oportunidades.

En cuanto al liderazgo femenino, ¿qué barreras cree que todavía persisten para que más mujeres accedan a posiciones directivas en empresas?

Aunque hemos avanzado mucho, todavía existen barreras que dificultan el acceso de más mujeres a posiciones directivas. Algunas son visibles, como la falta de modelos femeninos en los puestos más altos, y otras más sutiles, como los sesgos inconscientes, las redes informales de poder a las que a veces no accedemos con la misma naturalidad o las dificultades para conciliar. 

También hay cuestiones estructurales, como una menor exposición internacional o técnica en determinadas áreas, que pueden influir en el desarrollo de carrera.

¿Cómo cree que ha superado usted estas barreras?

En mi caso, creo que lo que me ha ayudado a superar esas barreras ha sido lo que yo llamo mis “3 C”: curiosidad, para no dejar nunca de aprender; coraje, para decir que sí a retos, aunque no tuviera todas las respuestas; y continuo aprendizaje, porque el mundo cambia y necesitamos evolucionar con él.

También he tenido la suerte de estar en un entorno, como el de Ikea, donde se valora la diversidad y se crean políticas reales de inclusión. Pero más allá del contexto, he aprendido que no hace falta ser perfecta para liderar. De hecho, creo profundamente en la necesidad de visibilizar liderazgos femeninos auténticos, imperfectos, cercanos. Porque solo así las nuevas generaciones se sientan capaces de ocupar esos espacios.

Belén Frau, Directora Mundial de Comunicación de IKEA Cedida

¿Cuál diría que ha sido el logro más importante para usted a lo largo de su trayectoria profesional? Entre otros reconocimientos, también fue la primera mujer CEO de Ikea España.

Es difícil elegir un solo logro, pero quizá si tuviera que destacar: asumir la responsabilidad global de comunicación en Ikea, liderar la agenda internacional de una marca con propósito, desde mi origen en Bilbao hasta un rol global, eso para mí resume crecimiento, servicio y responsabilidad.

También ser la primera mujer CEO de Ikea España fue un hito personal y colectivo: abre camino y visibiliza posibilidades. Cada paso ha sido importante, por lo que implicaba de aprendizaje y de impacto.

Algo no tan conocido, pero que yo considero uno de mis mayores logros son las personas a las que he apoyado en su desarrollo en mi trayectoria y que hoy ocupan puestos claves en la organización —mi subdirector en Barakaldo, hoy es el CEO de Ikea en EEUU por ejemplo—. Creo que el éxito profesional no solo se mide por cuanto de lejos has llegado, sino cuantas personas te has llevado contigo. Es mi mayor orgullo.

Si tuviera que nombrar tres claves de éxito fundamentales en su carrera profesionales, ¿cuáles diría que son? 

Si tuviera que elegir tres claves que han marcado mi carrera, diría que son muy sencillas, pero muy potentes.

La primera es la constancia. Seguir adelante cada día, incluso cuando las cosas no salen a la primera. Trabajar, aprender, asumir retos sin perder la energía ni la ilusión. Nada sustituye al esfuerzo diario y al compromiso con lo que haces.

La segunda es la suerte, o mejor dicho, saber reconocer las oportunidades cuando aparecen. Estar en el momento adecuado ayuda, sí, pero la suerte solo funciona si estás preparada: si has hecho el trabajo previo y te atreves a dar el paso cuando la puerta se abre.

Y la tercera, que para mí es fundamental, es el aprendizaje continuo con curiosidad. Nunca he dado por sentado que lo sabía todo. Siempre he tenido ganas de explorar nuevas formas de trabajar, de entender culturas distintas, de cuestionar lo establecido. La curiosidad te mantiene viva, y el aprendizaje te hace crecer. Esa combinación es, sin duda, una gran aliada en cualquier camino profesional.

¿Cuáles diría que son sus aspiraciones profesionales para los próximos años? 

Mis aspiraciones se centran en seguir impulsando el crecimiento del negocio con propósito: que Ikea sea no solo una marca de mobiliario, sino un socio de vida para muchas personas, ayudando a tener hogares más sostenibles, inclusivos, digitales y humanos.

Seguir trabajando también para que los equipos estén empoderados, sean diversos y resilientes. Y personalmente, seguir aprendiendo, conectando con distintos contextos y aportando desde donde esté, dentro de Ikea y fuera, aportando mi granito de arena a una sociedad mejor.

Belén Frau, Directora Mundial de Comunicación de IKEA Cedida