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El Puerto de Bilbao y su entorno, incluyendo Petronor, se preparan para una transformación completa. Esto afecta a dos de las infraestructuras bajo la lupa en plena transición a las renovables como son el almacén de gas y la central eléctrica situadas en el perímetro portuario, ambas con parte del accionariado bajo control del Gobierno vasco.

Para la central eléctrica (Bahía Bizkaia Electricidad), controlada por Lakua a través del EVE y por Gunvor, el plan es ir sustituyendo el gas para generar energía por otros combustibles, entre los que se baraja el hidrógeno verde que generará Petronor.

Como adelantó este medio, el Gobierno vasco ha explicado en sede parlamentaria que está esperando a los avances que pueden producirse en ese terreno para valorar la venta del 25% que tiene de BBE, todo ello en el marco de los compromisos para abandonar activos ligados a los combustibles fósiles de la última ley climática aprobada hace año y medio.

Un metanero en el Puerto de Bilbao

Nuevos usos 'verdes'

En cuanto a Bahía Bizkaia Gas (BBG), que procesa y almacena el gas licuado que viene en metaneros al Puerto de Bilbao, hay en marcha un proyecto por parte de sus accionistas, Enagás y el Gobierno vasco, para dar otros usos a los tres almacenes gigantes, o al menos a alguno de ellos en una primera fase.

La propia BBG ya explicó hace unos meses que ha llevado un Proyecto de Interés Común (PCI) a Bruselas para obtener financiación extra y poder acometer esta transformación con el objetivo de poder guardar amoniaco, hidrógeno y en especial CO2.

La industria de la captura de dióxido de carbono, bien para almacenarlo de forma segura o para su uso en sectores como la química o la alimentación, empieza a tomar forma en países como Estados Unidos, donde hay en marcha varios macroproyectos para evitar emisiones a la atmósfera e inversiones millonarias previstas los próximos años.

En la infraestructura de uno de ellos, en concreto en Dakota del Norte, participa la vasca Tubacex para montar una red de transporte de más de 3.000 kilómetros de tubería.

En Euskadi se está configurando ese primer paso en torno a la regasificadora del Puerto de Bilbao, aunque lógicamente a menor escala.

Planta de Petronor / EUROPA PRESS

Parada en Petronor

Enagás lidera esa nueva red de transporte y aprovechamiento de CO2, de forma que el operador gasístico prevé dos grandes almacenes en el norte, uno en Bilbao y otro en Gijón, donde hay otra regasificadora, que permitan exportar por barco el dióxido de carbono que se genere en el entorno para su salida por barco hacia depósitos seguros o hacia nuevos usos.

La compañía prevé iniciar el montaje de esta red bajo ese PCI enviado a Bruselas, COnet2 Norte, hacia 2029 o 2030, de forma que la planta actual de gas podría comenzar a almacenar y exportar CO2 en 2032, según la planificación del proyecto dada a conocer recientemente.

Una parada clave para ese carbono será la propia planta de áridos sintéticos de Petronor en el puerto, que arrancará el año que viene y servirá para fabricar material de construcción aprovechando residuos y CO2.