Imagen del prototipo de aeronave eléctrica de Crisalion Mobility / X
La empresa vasca de taxis aéreos Crisalion entra en concurso de acreedores
El proyecto con sede en Bilbao, con más de cien personas en plantilla y que tiene asignados fondos Next, desarrolla tecnología para aviones de despegue vertical y vehículos terrestres autónomos
Como ocurre con la movilidad por carretera, el transporte aéreo está topando con muchas dificultades a la hora de encarar la electrificación. El gran proyecto europeo con sello alemán Lilium vive desde hace meses en la cuerda floja por falta de músculo económico y ahora corre el riesgo de caer una de las referencias en España, Crisalion Mobility.
La compañía tiene su sede en Bilbao, aunque maneja una importante infraestructura en Madrid, y ha contado en su desarrollo de hecho con la colaboración del principal centro tecnológico vasco como es Tecnalia.
A comienzos de 2024 Crisalion y Tecnalia presentaron en sociedad, en el marco de la feria Mubil Mobility, sus nuevos vehículos para movilidad terrestre basados en el pionero sistema de conducción automatizada Intellydrive.
Crisalion, fundada en 2019 como Umiles Next, venía desarrollando tecnología tanto para este tipo de 'coches automáticos' como para las mencionadas aeronaves eléctricas de pequeño tamaño, los eVTOL.
Crisalion había logrado acuerdos comerciales en fase de preventa para su eVTOL
La viabilidad económica, la clave
Pese a las expectativas generadas en fase de pruebas y de haber conseguido ya las primeras unidades en preventa, es decir, acuerdos comerciales previos, el diseño de los 'taxis aéreos' de Crisalion, controlada por Grupo Ibérica, se topa con el problema de la viabilidad económica.
Se trata de un sector que demanda gran cantidad de inversión para el desarrollo de tecnología que no termina de explotar en el mercado.
Ya la propia electrificación del transporte aéreo genera mucha controversia entre los expertos. Por ahora es inviable el uso de baterías en vuelo largos, pero electrificar sí parecía hace unos años una buena idea para trayectos regionales, aprovechando la nueva tecnología de despegue y aterrizaje verticales para ahorrar espacio.
La disputa de concepto aquí es si merece la pena desarrollar comercialmente un medio de transporte perfectamente asumible por el tren o por otro medio sostenible por carretera.
Stan expositor de Crisalion con su eVTOL
Dinero del Perte
Aun así ha habido un puñado de empresas desarrolladoras de este tipo de aeronaves que sobre todo a raíz de la pandemia dieron un paso al frente, caso de la bilbaína Crisalion, pero la idea no termina de cuajar económicamente.
Según ha podido confirmar Crónica Vasca, la startup fundada por Carlos Poveda se ha visto obligada a acogerse al concurso de acreedores con un pasivo de más de 3 millones de euros y más de un centenar de trabajadores en plantilla.
En un auto fechado el pasado 18 de noviembre por el juez de lo mercantil de Bilbao Zigor Oyarbide, se declara abierto el proceso de consurso de acreedores voluntario y se especifica que la empresa solicitante se encuentra en situación de insolvencia "al carecer de liquidez suficiente para atender regularmente sus obligaciones exigibles".
El juez nombra a un administrador, el despacho Dictum, que se encargará de trazar un plan de viabilidad para cumplir con los acreedores y a la vez tratar de reflotar parte de la actividad si hay inversores dispuestos a dar continuidad al proyecto.
Casi de forma simultánea se ha conocido una adjudicación de más de 10 millones a la compañía a través del Perte aeroespacial, según la última actualización del Gobierno central correspondiente a este mismo mes de noviembre, apoyo institucional que habrá que ver si cristaliza y sirve de impulso para intentar salir del bache.