La plantilla de la antigua Ibermática celebra la oferta vasca y defiende su retorno a Euskadi

Este jueves, el consejero de Industria del Gobierno vasco, Mikel Jauregi, aseguraba que el Gobierno vasco y Kutxabank, a través de su fondo Indar, se han adherido a la oferta vinculante realizada por BBK para hacerse por 500 millones de euros con la división tecnológica de Ayesa, la que en su día fue Ibermática. 

El Gobierno vasco apoya a Kutxabank y BBK en el intento de compra de Ibermática

Toda una oferta que supone no solo la confirmación oficial de la participación del Gobierno vasco en esta posible operación, algo que se llevaba especulando semanas; también una nueva apuesta de Lakua por el arraigo vasco, después de su participación en la compra del 29,7% de Talgo, esta vez alcanzada junto a Jainaga y Fundación Vital. 

Una noticia que ha sido especialmente bien recibida por la plantilla de la antigua Ibermática, ahora Ayesa, y sobre la que han asegurado, desde el comité, "que supone un soplo de esperanza". "Lo que se habla entre los compañeros es que todos prefieren la opción vasca, antes que cualquier otra, en especial un fondo de inversión", aseguran desde la parte social. 

Y lo prefieren porque la presencia de Kutxabank no sería nueva en este escenario. Cabe recordar que Ibermática se consolidó a finales del pasado siglo con el apoyo del Gobierno vasco y de las antiguas cajas. Al crearse Kutxabank, el banco heredó más de la mitad de la propiedad de la informática donostiarra, de la que poco a poco se fue desprendiendo. 

En 2013, la entrada de ProA Capital hizo que el banco vasco bajara hasta el 15%, una participación que conservó una década hasta la aparición en escena de Ayesa, cuando perdió totalmente su presencia en esta compañía.

Parte del comité, precisamente, ya trabajaba en la época en la que Kutxabank formaba parte de ella, y aseguran que "las cosas iban mucho mejor, empezaron a ir mal cuando nos compró el primer fondo y terminaron de empeorar cuando nos vendieron a Ayesa". 

De ahí la esperanza porque exista la posibilidad de que Ibermática regrese a Euskadi y queden a un lado fondos de inversión que, dice la parte sindical, "deteriora la relación entre trabajadores y compañía, no da pie al arraigo y no nos permiten tener esa seguridad a largo plazo". 

Concentración en las puertas de Ayesa por la negociación del convenio

En plenas negociaciones

La operación coincide con el periodo en el que el comité de empresa se encuentra negociando la subida salarial correspondiente al año 2026, negociación que quedó abierta tras la firma del convenio en 2023.

El comité de Ayesa critica la falta de avances en el convenio y anuncia más movilizaciones

Según fuentes sindicales, actualmente la negociación se encuentra parada, puesto que la dirección no oferta nada que los sindicatos estén dispuestos a aceptar. En concreto, detallan, la última oferta de la compañía pasa por un 2,25% de incremento en tablas de convenio, no absorbible y no aplicable al salario bruto total y mejoras adicionales en 2026 y 2027 equivalentes al 10% del 2,25% (0,225%), condicionadas a incrementos del BAI respecto a 2025.

"Hay que aclarar que estos “10% adicionales” no representan una subida del 10% del salario, sino una mejora mínima del 2,25%, aplicable solo sobre el salario base de convenio que por supuesto está muy por debajo de los sueldos reales del mercado, además de depender de objetivos muy difíciles de alcanzar. En consecuencia, la propuesta sigue siendo insuficiente y mantiene la pérdida de poder adquisitivo de la plantilla", explican. 

El comité, por su parte, presentó una propuesta de subida del 3% sobre el salario bruto, con una revisión del IPC según los siguientes tramos: IPC inferior al 3%, subida del 3%; IPC entre el 3% y el 4%, subida igual al IPC; IPC superior al 4%, subida del 4%.