"Son horas intensas de negociación y confiamos en cerrarlo entre hoy y mañana". Esas palabras del consejero de Industria, Mikel Jauregi, resumen el estado de la compra de Ayesa Digital (la antigua Ibermática) por parte de un consorcio que lidera el propio Gobierno vasco.
El plan es alcanzar un acuerdo antes de que acabe el año, como ya adelantó este periódico para "comernos las uvas celebrándolo", en palabras del consejero. Pero los flecos de la negociación siguen pendientes.
Después de la reunión del Consejo de Gobierno, último del año, Jauregi ha explicado ante los medios casi el minuto y resultado de una operación que sigue abierta, pero tiene visos de cerrarse.
La hoja de ruta del Ejecutivo es firmar la operación antes de 2026. Y después llegará un período de varios meses en el que puede haber cambios accionariales. Porque no está claro si Caja Vital entrará o no después del sonoro portazo de Kutxa.
El socio industrial decisivo para la operación es Teknei, algo confirmado por el propio Jauregi en su comparecencia. "Cada uno ha aportado su know how. Indar, por ejemplo, es experto en valoraciones y negociaciones y Teknei forma parte del sector y lo entiende, nos ha dado una asesoría técnica, descrito las apuestas tecnológicas de la firma".
Y en este sentido, el consejero ha detallado que, en caso de finalmente cerrarse, "Teknei tendrá una parte minoritaria"; además, ha avanzado que su objetivo es que 2026 sea un año de continuidad: "Las prioridades son que el equipo directivo actual, en el que tenemos plena confianza, siga en disposición para que haga a Ayesa una empresa autónoma e independiente y continúe en el plan de crecimiento que tiene en estos momentos".
Sede de Ayesa en Euskadi
"A la vasca"
Según Jauregi, todas las operaciones de arraigo de los últimos tiempos se han hecho "a la vasca, en cuadrilla". Una "cuadrilla" liderada por el propio Gobierno de Imanol Pradales, que tiene el mantenimiento del arraigo como una línea estratégica clara.
De hecho, Jauregi ha querido repasar las tres operaciones de arraigo que s ehan dado en los últimos meses, Uvesco, Talgo y ahora Ayesa; y que tienen cosas en común: "Son tres empresas muy importantes para nuestra economía que vuelven a Euskadi. Las decisiones no se tomaban aquí y que ahora los centros de decisión vuelvan a casa es una cosa a celebrar".