Pinchos. Restaurante Karlos Arguiñano
Una vecina vasca no se corta sobre la elaboración de los pinchos de San Sebastián: "Ya basta de consentir estas conductas"
Una vecina vasca que reside en San Sebastián se ha quejado a El Diario Vasco de los bares de la Parte Vieja de la ciudad por los pinchos que sirven.
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La gastronomía en Euskadi es una de las más valoradas del mundo por su técnica y sus productos de mar y montaña. Desde sus sobresalientes y asombrosos platos hasta los pintxos, pequeños manjares que enamoran a todos.
O a casi todos, porque una vecina vasca que reside en San Sebastián se ha quejado de los bares de la Parte Vieja de la ciudad por los pintxos que sirven. Según esta clienta, estas miniaturas culinarias están elaboradas en "polígonos industriales". Así lo recoge El Diario Vasco en su artículo Una vecina de San Sebastián pide sancionar a los bares que venden pintxos hechos en polígonos como si fueran caseros.
Lo que esconden los pintxos
Algo de lo que se han quejado los hosteleros donostiarras en el pasado, que observan cómo algunos locales se decantan por platos elaborados a gran escala o de forma industrial. Este mismo hecho lo ha querido denunciar la vecina Maritxu a través del buzón de los lectores de El Diario Vasco.
"Es necesario que Consumo o el organismo correspondiente examine los pintxos que se venden en los bares de la Parte Vieja, porque hace ya mucho tiempo (salvo en bares que siguen teniendo decencia y hacen los pintxos ellos mismos y a diario) que los pintxos que adornan en gran cantidad sus barras son elaborados en polígonos industriales", ha subrayado para el medio.
"Siendo lo que se denomina comida de quinta gama y supone un fraude y una estafa para los clientes, así como una competencia desleal para los bares honrados", ha añadido. Asimismo, busca que se sancione a los establecimeintos que realizan esta "estafa" sin notificarlo.
"Por lo que, o bien se sanciona a los propietarios de bares que venden pintxos prefabricados o bien se les obliga a colocar un letrero bien visible en sus establecimientos diciendo que dichos pintxos son elaborados en polígonos fuera de sus establecimientos. Ya basta de consentir estas conductas que están dejando la gastronomía donostiarra a la altura del barro", ha apuntado. Estos establecimientos estarían incumpliendo, así, con algunos mandamientos de los pinchos.
Los 10 mandamientos del buen pintxo
Los pintxos son unas obras culinarias muy elaboradas capaces de conquistar hasta el paladar más exigente. Una seña de identidad vasca que se diferencia de las tapas porque requiere una mayor elaboración y mucho mimo.
Cada uno de los pintxos que se sirven en Euskadi son únicos o tienen su propio encanto, pero elaborarlos no es tan fácil y para prepararlos a la perfección hay que cumplir con ciertas normas. Por este mismo motivo, el hostelero Jesús Santamaría ha buscado establecer ciertos criterios, junto con el Instituto del Pintxo, para "preservar la excelencia" del principal símbolo vasco. Así lo recoge El País en su artículo Los 10 mandamientos para la defensa del ‘pintxo’ de San Sebastián.
Tal y como señala el mencionado instituto en su Decálogo del pintxo, este decálogo lo elabora el comité de expertos, que "entiende el pintxo como una expresión" de la cultura vasca en la que "se pone en valor el producto".
Explica que un pintxo es una preparación culinaria que "se degusta en dos o tres bocados", ya sea en "formato de pintxo tradicional" o en "su evolución hacia la cocina en miniatura". Además, se prepara en el propio local.
Los criterios se basan en la elaboración de los pintxos, en su consumo y en su preparación. El primer punto, según el decálogo, es que estos deben tener el "tamaño justo y el máximo sabor". El segundo punto es que este debe estar "hecho en casa" y el tercero es que debe estar "a la vanguardia".
El cuarto punto, y uno de los más importantes, es que estas obras de arte culinarias destacan por su "personalidad". Una de las cosas que más llaman la atención a los clientes y fundamental para distinguirse del resto de establecimientos. El quinto mandamiento es la "frescura en barra".
El sexto es el "compromiso con el producto", mientras que el séptimo se centra en la "profesionalidad del servicio". El octavo pone el foco en ofrecer una información, con los ingredientes y el precio, "clara y a la vista" al cliente.
El noveno mandamiento: los pintxos se degustarán "al estilo donostiarra: en barra". El décimo y no menos importante es que estas joyas se disfrutarán en "convivencia local y cultural".