Juan Carlos Asín, Gorka Arana y Cristina Zabaleta en la sede de Crónica Vasca.
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El acompañamiento integral que necesita la generación sénior
Crónica Vasca y CaixaBank organizan una mesa de debate sobre longevidad activa en busca de soluciones para quienes se jubilan
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La generación sénior no para de crecer. La pirámide poblacional sigue invertida en Euskadi. Cada vez más personas se jubilan y tienen por delante muchos años de vida. Una etapa en que esos mayores necesitan soluciones de todo tipo, entre ellas las financieras y las psicológicas.
Este asunto fue el centro de la mesa de debate ‘Generación sénior y la nueva longevidad activa’, organizada por Crónica Vasca y Caixabank. En la sede del periódico en Vitoria debatieron la psicóloga y coach Cristina Zabaleta; el representante de Secot Juan Carlos Asín; y el director comercial de Banca Retail de la zona norte de CaixaBank, Gorka Arana.
Los tres charlaron largo y tendido sobre los problemas a los que se enfrentan los mayores en Euskadi. Y aportaron diferentes soluciones para envejecer manteniendo una buena calidad de vida.
Pérdida de identidad
Cristina Zabaleta comenzaba el debate incidiendo en que “al jubilarse se pierde la identidad profesional” y que en medio de la oleada que hay ahora de jubilaciones “Euskadi está financieramente preparada pero emocionalmente retrasada” porque “aquí tenemos el valor del trabajo muy interiorizado”, de manera que al dejarlo aparecen los miedos y la incertidumbre.
Precisamente un grupo de personas jubiladas con unos 50 años creó Secot, colectivo dedicado entre otras cosas a ayudar a jóvenes emprendedores pero que también presta su colaboración a personas mayores, tal y como explicaba con detalle Juan Carlos Asín.
En ese contexto, Gorka Arana exponía las ventajas del programa Generación+, que “es la respuesta estratégica al reto de la longevidad y del envejecimiento de este país”. “En CaixaBank buscamos dar una respuesta integral para intentar conseguir una vida plena en todas las dimensiones”.
Una de esas dimensiones es “la planificación financiera”, para los que el banco de origen catalán incluye diversos productos preparados para la jubilación. Resulta clave la gestión del patrimonio inmobiliario financiero, con posibilidades como la hipoteca inversa, “que es un tema delicado y hay que estudiarlo muy bien en cada caso”, la venta de propiedades o las rentas vitalicias.
“Para nosotros esto es estratégico y no sólo nos centramos en el punto de vista financiero, porque hablamos de bienestar y servicios, de acompañamiento a los mayores”, exponía Arana. El tercer pilar de la estrategia consiste en la educación para evitar los fraudes.
Ahora mismo CaixaBank tiene cuatro millones de clientes de más de 65 años en España, con 55.000 en Euskadi. “En el año 2030, que está la vuelta de la esquina, el 39% de la riqueza neta estará en manos de los mayores, por lo que nuestro objetivo estratégico es ser el mejor banco en producto y en acompañamiento para las necesidades de ese público”.
La brecha digital
Hablar de fraude es también hablar de la brecha digital, que estuvo muy presente en este foro de debate. La psicóloga y coach exponía que entre las principales emociones está el miedo, que bde ser normalizado. Y ponía como ejemplo lo que ocurre con la digitalización, porque muchos mayores siente que se están quedando atrás “y esto produce una gran angustia”.
A este respecto, el portavoz de Secot destacaba que “nosotros hemos ido por todos los pueblos de Álava” para ayudar a los mayores a manejarse en estas lides tecnológicas. “Tuvimos una respuesta impresionante”, argumentaba, porque esa es una gran necesidad para los mayores.
“Los mayores necesitan una persona detrás a la que acudir cuando algo no les no les funcione o no sepan cómo hacerlo”, incidía Asín.
El representante de CaixaBank destacaba que “tenemos un abanico importante de todos los canales para contactar con los clientes y aunque apostamos por la innovación, tenemos claro que la cercanía y el asesoramiento cara a cara es fundamental, más aún para este colectivo”.
Como hitos, mencionaba que “no nos hemos salido de ninguna localidad con riesgo de vulnerabilidad”. “Además, a través de los ofibuses impactamos en más de 1495 municipios, que no tiene la sucursal propiamente dicha”.
Tras recordar también que en CaixaBank los horarios de caja son más amplios para los mayores, exponía que estos “tienen una atención prioritaria en las agendas de nuestros gestores”, citaba el menú digital CaixaFácil” y remarcaba que existe un teléfono único del banco para que los mayores puedan llamar cualquier día, incluido un domingo por la tarde, si tienen cualquier duda.
Las instituciones
Zabaleta destacaba que “la parte de la salud mental cada vez se está normalizando más”, entre otras cosas porque “los jóvenes llegan dando guerra”. Pero agregaba que todavía, por la cultura viva en el País Vasco, “somos muy discretos emocionalmente” y se necesita romper con ese miedo a admitir que se necesita ayuda.
En este punto del debate cobraba especial relevancia el papel que puedan desempeñar las instituciones públicas y privadas para ayudar a los mayores. La propia psicóloga explicaba que quizás sea necesaria más pedagogía para que se rompan los citados temores de muchos ciudadanos.
Desde Secot destacaban que trabajan con todas las instituciones posibles. Y señalaban la necesidad de ayudar a los jubilados a tener una mejor “cultura financiera”. Asín ponía el caso de las criptomonedas, sobre las que desde este colectivo previenen a los mayores.
Arana, por su parte, destacaba su buena colaboración con las instituciones y señalaba como ejemplo la celebración el pasado septiembre de unas jornadas organizadas por el banco y que contaron con la participación de grandes empresas, de numerosas entidades del tercer sector y el propio Gobierno vasco.
El representante de CaixaBank enfatizaba el trabajo con personas en riesgo de exclusión social y otros colectivos vulnerables a través de MicroBank, pero también contaba cómo el banco ayuda directamente a esas entidades sociales mediante el anticipo de circulante. Y, por último, añadía la colaboración con universidades, cuyo mejor exponente es la puesta en marcha de una cátedra de envejecimiento activo.
Conclusión
Para terminar, cada uno de los tres participantes en el debate resumía el espíritu de sus propuestas y preocupaciones sobre este asunto.
“Desde el punto de vista de Secot, seguiremos trabajando para ayudar a quien lo necesite, también a las personas mayores, colaborando con todo el mundo, ayuntamientos, diputaciones, gobierno vasco, entidades financieras, etcétera”, afirmaba Asín.
Zabaleta consideraba que “hay muchas personas que se van a jubilar o que se han jubilado y sí tienen claro lo que quieren hacer, porque no solamente hay tragedias, pero hay un grupo que sí tiene necesidades y hay que decirles que pidan ayuda y normalicen la situación, porque no hay que añadir años a la vida, sino dar vida a los años que nos quedan”.
Arana aseguraba que hoy en día, al jubilarse, pueden quedar unos 25 años de vida: “Hay una segunda vida dentro de la vida”. Y, por ello, “Caixabank se ha preparado y se sigue preparando para aportar una solución integral y acompañar a todos los jubilados para que disfruten de la vida”.