El kalimotxo cumple 50 años
La cuadrilla Antzarrak de Getxo fue la que popularizó el nombre de la bebida que surge tras mezclar vino con Coca Cola
12 agosto, 2022 17:33Hace 50 años que una cuadrilla de Getxo (Bizkaia) popularizó la bebida que surge tras mezclar vino con Coca-Cola, una bebida que, si bien se bebía ya en los años 20 del siglo XX, no era muy popular. Así, tras bautizar al brebaje como "kalimotxo", su popularidad creció como la espuma. Sucedió un 12 de agosto de 1972 en las fiestas de San Nicolás del Puerto Viejo de Algorta.
Según recuerda el Ayuntamiento de Getxo, aunque la mezcla de vino tinto y refresco de cola ya existía en España en los años 20 del siglo XX, era una bebida minoritaria debido a que apenas había establecimientos que sirvieran el refresco americano. La cosa cambió en 1953 con la puesta en marcha de la primera fábrica de Coca Cola en España y la mezcla se popularizó bajo diferentes denominaciones: Rioja Libre, Mochete, Tincola, Cuba Libre del Pobre o Cubata del obrero.
La invención del término se atribuye a la cuadrilla "Antzarrak", que aquel año asumió la organización de los festejos. Las ideas para el nombre no cuajaban, hasta que apareció un amigo de la cuadrilla, un erandiotarra apodado "Kalimero" pero más conocido con la abreviatura de "Kali", de aspecto poco agraciado; alguien comentó que en euskera feo se dice "motxo", con lo que la asociación del nombre "Kalimotxo" fue rápida y unánimemente adoptado por todos y todas.
El éxito fue increíble. El término "kalimotxo" se fue extendiendo por Euskadi, Navarra y La Rioja, popularizándose ya a principios de la década de 1980, y de ahí se extendió por las regiones vecinas y finalmente a todo el Estado.
El "Calimocho" recogido por la RAE
Más tarde, la multinacional Coca Cola registró el nombre de la popular bebida. Incluso la Real Academia Española de la Lengua reconoce la denominación Calimocho como nombre de la mezcla de vino tinto con refresco de cola.
Hoy se cumplen 50 años del despegue de la popular bebida, tiempo en el que han cantado al "kalimotxo" desde Pablo Carbonell a La Otxoa o la rockabilly estadounidense Eilen Jewell, y la bebida sigue vigente. No ganará concursos gastronómicos, pero es barata, simple y fresquita.