Tubacex cierra un largo conflicto que ha llevado al límite a la plantilla y a la dirección de la compañía con una huelga de más de 200 días. Una vez alcanzado el acuerdo, resulta llamativo que la asamblea de ELA haya sido la que ha tenido que salvar el acuerdo después de que el segundo sindicato de la empresas, STAT, haya rechazado el texto. La central nacionalista, que ha impedido durante todo el proceso una consulta abierta a los trabajadores sobre la continuidad de la huelga, ha hecho además la pirueta argumental decir que condiciona su voto al de la mayoría del comité.