En apenas diez días y con un Govern agonizante -una pena para cierto exvicepresidente del Parlamento vasco que había encontrado asiento de cuero en Bruselas gracias a Junts-, Cataluña le ha marcado dos golazos políticos por la escuadra a Euskadi. No satisfechos con el baño de realidad que supuso la visita del Barça a San Mamés -recuérdenme que algún día hablemos por aquí de Jon Uriarte-, el Ejecutivo zombi de Pere Aragonès ha conseguido dos importantes logros para su comunidad autónoma: Seat y el Grupo Volkswagen son los dos grandes ganadores del PERTE de automoción y el futuro del gas, sin espacio para el Midcat, pasará por otro gasoducto entre Barcelona y Marsella: el Barmar.
Mientras, la factoría más grande de Euskadi se tiene que conformar con apenas 11 millones más que lo cosechado en la resolución provisional del PERTE. Han incrementado más su dotación presupuestaria los Aperribay en SAPA que Titos en Mercedes. El director general, acostumbrado a quejarse y a estirar el chicle a la hora de negociar -que se lo pregunten a alguno de los delegados sindicales que negoció con él el pacto laboral- ha sido de los pocos grandes proyectos que no han presionado públicamente al Gobierno central.
Ford cumplió su amenaza y se marchó, Seat amagó con abrir la puerta para salir del PERTE y Envision también ha apretado al Ejecutivo nacional para obtener algún tipo de respaldo financiero para hacer su fábrica de baterías en Extremadura. ¿En qué andaba Titos durante estas últimas semanas? Del congreso de CEDE, donde tenía autoridades para haber movido hilos, se fue antes incluso de que terminasen las conferencias. Pero en este mes de octubre, nadie sabe nada: no ha hecho ninguna referencia a la foto de Mercedes en la resolución. Por cierto: todavía sin anuncio oficial -aunque ya lo hemos contado en este periódico- de la adjudicación de los 1.230 millones de inversión de la empresa.
Y junto a Mercedes, el otro fracaso de los últimos días: el lanzamiento del Barmar como nueva solución para conectar el gas entre España y Francia para que llegue a Alemania. La infraestructura, presentada por Sánchez como un 'corredor de energía verde', permitirá en el futuro sustituir el gas por el hidrógeno verde. Ahora parece que todo el problema era que la conexión fuese por mar en vez de por vía terrestre.
Tenemos la conexión submarina de electricidad, Gaviota, la regasificadora del puerto de Bilbao, el gasoducto de Irun ampliado y el Corredor Vasco del Hidrógeno. ¿De verdad que no podíamos hacer más en el apartado del gas?
Y no puedo evitar dirigir mi mirada a un Ejecutivo autonómico que cuenta con dos inversiones en gas más que rentables. Con la capacidad que tiene este Gobierno y el PNV en particular para presionar en Madrid... ¿de verdad que no podíamos hacer nada en el apartado del gas? Euskadi ya pone la conexión submarina de la electricidad. Tenemos el mayor depósito de gas en España con Gaviota. La regasificadora de Bilbao tiene una actividad prácticamente igual a la de Barcelona. Acabamos de ampliar el gasoducto de Irun. Tenemos un proyecto puntero como es el Corredor Vasco del Hidrógeno, premiado ya en Bruselas.
¿Por qué no ha presionado el Gobierno vasco para conseguir que la conexión de gas hubiese sido Bilbao-Montoir de Bretagne? Total, ambas son infraestructuras de Enagás y Elengy. Imagínense por un momento el impulso que habría supuesto esto para las inversiones de Petronor, para pisar el acelerador en proyectos paralizados como la fábrica de electrolizadores...
Me cuesta entender cómo este Gobierno, que puede condicionar los PGE, que tiene tanta escucha en Madrid y que pasa por un momento de fuerza es incapaz de imponerse a un Govern agotado de funambulistas sin mayoría parlamentaria
Me consta que el Ejecutivo ha tenido mucho trabajo en las últimas semanas. Se han cerrado operaciones importantes como la mejora de posición en CAF, se ha completado el programa Hitzartuz, se han diseñado los presupuestos autonómicos y se ha cerrado la operación de ITP, en la que les puedo asegurar que ha habido gente en el Instituto de Finanzas que se ha deslomado por el 6% conseguido con fines de semana por las noches intercambiando documentos con Bain Capital. Tampoco han sido todo rosas y ahí están las ventas de Siemens Gamesa como contrapunto.
Se ha trabajado mucho, pero me sigue costando entender cómo un Gobierno que puede poner en aprietos los Presupuestos Generales del Estado, que tiene tanta escucha en Madrid y que pasa por un momento de fuerza es incapaz de imponerse a un Govern agotado y de funambulistas sin mayoría parlamentaria que les haga de sostén. Hemos dejado pasar dos buenas oportunidades que disfrutarán los catalanes. Sigamos hablando de la reforma del Estatuto y de tener un poder judicial propio, que se ve que es lo más nos urge a los vascos.