¿Ustedes conocen a algún MIR de primer año que cobre 3.000 euros al mes aquí, en Euskadi, tal y como asegura que ocurre la consejera de Salud del Gobierno vasco, Gotzone Sagardui? ¿Tampoco? De verdad, si conocen a alguien con esas condiciones salariales, que nos lo haga saber, por favor. Porque por ahora servidora no ha encontrado un solo caso con esas características.
Nos cuentan que, como mucho, un médico interno residente (MIR) que trabaje en Osakidetza obtiene un sueldo que rebasa los 2.000 euros en caso de que se incluyan unas cinco guardias realizadas al mes. Casi la mitad de dicho salario se lograría gracias a las citadas guardias, dado que el sueldo base superaría por poco los mil euros. Así lo estipulan también algunos estudios publicados. Ergo la pregunta resulta obligatoria: ¿De dónde se saca la consejera esa cifra?
Hasta las tablas retributivas de la propia Osakidetza que andan por estos mundos de internet apuntan a que los médicos que trabajan en el servicio vasco de salud no llegan a las cantidades que afirmaba la consejera en una entrevista de este jueves. ¿Por qué utilizó esos datos? ¿Era un redondeo al alza? ¿Es en realidad otro incendio provocado por Sagardui? Nadie lo entiende. Pero es que ya casi nadie entiende nada, queridas y queridos. Qué país.