A Azpiazu le han mandado retractarse. Claro, decir que las acciones de ETA "no tuvieron incidencia alguna en la economía vasca" es algo políticamente incorrecto, va en contra de la intuición y de lo que se viene diciendo desde hace muchos años.

A Azpiazu  se le llenó la boca de orgullo, se expresó con la satisfacción de que todo va tan bien en Euskadi que nada ha podido trastocar su crecimiento. Azpiazu estaba aplicando el mensaje oficial de que la Comunidad Autónoma Vasca es un nivel superior.

Por ello, sus compañeros del Gobierno han minimizado el peso de sus palabras, al fin y al cabo, no estaba diciendo nada que no diga la propaganda oficial, que la economía vasca crece imparable. Su único error ha sido el decir que ni siquiera ETA logró desestabilizarla. Bueno, qué más da. Qué importancia tiene la intervención de la banda terrorista si el resultado es que Euskadi crece y crece y se sale de las tablas. Que se ha compensado su acción perniciosa.

Si Azpiazu tuviera razón, él, como consejero de Economía, y todo el Gobierno del PNV y del PSE, que llevan gobernando durante décadas tendrían que explicar qué es lo que ha pasado en la economía vasca para que su evolución no sea tan imbatible como el consejero asegura. Porque, tal vez sea difícil saber el grado de afección que haya tenido ETA en la evolución de nuestra economía, para Azpiazu ninguna, pero lo que sí es más fácil de medir es la evolución de la economía vasca. Y esa no ha sido tan estupenda como la versión oficial nos cuenta.

Si Azpiazu tiene razón, el consejero tendrá que explicar por qué el PIB vasco sobre el conjunto español se ha reducido de un 7,8% en 1975 al 5,9% en 2022

Si Azpiazu tiene razón, el consejero tendrá que explicar por qué el PIB vasco sobre el conjunto español se ha reducido de un 7,8% en 1975 al 5,9% en 2022. Cifra señalada por el Consejo General de Economistas y también por el exconsejero Pedro Luis Uriarte, que solía decir que, cuando se acordó el Concierto Económico Vasco, el PIB de las provincias vascas se acercaba más al 7,5% que al 6,24 que se firmó. Ahora estamos por debajo de ese 6%.

Azpiazu, que cree que Euskadi supo reaccionar al impacto negativo de ETA, tendría que explicar cuáles han sido las causas por las que el informe Zedarriak advertía de la pérdida de competitividad de la economía vasca. Sin embargo, no lo hicieron en su momento y tampoco lo hace el Gobierno Vasco ahora. Por el contrario, mandaron callar al grupo que soportaba esa investigación y que no era sospechoso de ser distante al nacionalismo del PNV.

Semejante panorama expresa el informe de la competitividad del País Vasco elaborado por Orkestra, que indica, entre otras cosas, que la exportación vasca ha pasado de ser el 10,3% del total nacional a tan solo el 8,8%.

Algo parecido pasa con las empresas vascas, que han bajado su número en el conjunto español.

Las explicaciones para justificar que Madrid haya superado en desarrollo económico al País Vasco son igualmente necesarias por parte del señor Azpiazu y el Gobierno de PNV y PSE. Adicionalmente, porque ese sorpasso se ha producido después de que ETA hubiera dejado de atentar. Así que, igual tiene razón el señor Azpiazu.

Es curioso que la explicación a esa bajada del peso de la economía vasca y el PIB per cápita de Madrid y Euskadi se justifique por algunos diciendo que Madrid tiene el efecto capitalidad

Es curioso que la explicación a esa bajada del peso de la economía vasca y el PIB per cápita de Madrid y Euskadi se justifique por algunos diciendo que Madrid tiene el efecto capitalidad. Curioso, desde que se descentralizó el sistema económico y político el efecto capitalidad ha empezado a hacer su magia, porque Madrid es capital de España desde los tiempos de Felipe II. 

Yo creo que Azpiazu tiene más razón de la que se le ha obligado a negar. ETA ha sido un problema para nuestra economía, pero no ha sido el único. Tras su desaparición, la economía vasca sigue su declive y con cuatro décadas de experiencia podemos decir que el Gobierno vasco no ha sabido utilizar los recursos que le otorgaba el sistema de autogobierno.

En lo que no tiene razón Azpiazu, y creo que es imposible sostenerlo, es en que la economía vasca no se haya resentido. Claro que lo ha hecho, pero el discurso nacionalista se basa en que aquí todo va bien y va mejor. Que ni siquiera ETA lo pudo truncar. Pero en eso no puedo estar de acuerdo ni con Azpiazu ni con todo el coro del Gobierno vasco. La realidad es que la economía vasca va perdiendo puestos por causa de ETA, cosa que Azpiazu no debiera de despreciar, pero siendo parcialmente cierto, también habrían de explicar cuáles han sido las otras causas por las que Euskadi ha perdido tanto peso en el conjunto de la economía nacional.