Hay fantasmas que siempre vuelven. Uno de ellos en Euskadi es la memoria del terrorismo de ETA. Esta semana ha estallado una polémica por las webs donde se equipara a víctimas y verdugos. Tras conocer que en una web del Ayuntamiento de Galdakao se coloca como víctimas a dos etarras, Jon Bienzobas y Javier García Gaztelu, Txapote, resulta obligatorio repetir lo obvio: no son víctimas ni presos políticos, son terroristas. Y, en el caso de Txapote, personaje siniestro que vuelve a nuestras vidas, estamos ante un asesino múltiple que ha generado toneladas de dolor. Partir de esto, de lo obvio, es el camino para que haya una memoria justa sobre qué fue el terrorismo.