Opinión

Las biografías

28 abril, 2023 05:00

La escritora y politóloga Lea Ypi ha escrito un libro precioso sobre el desmoronamiento de los regímenes comunistas y el tránsito hacia las democracias, Libre. El desafío de crecer en el fin de la historia. Con asombrosa facilidad narrativa, Lea Ypi describe, desde la mirada de una niña y adolescente albanesa, cómo, durante el proceso de desmoronamiento de la dictadura de su país, los secretos familiares, sociales y políticos se desvelan y los velos se caen para dar paso a la realidad ocultada durante la dictadura, donde todo se camuflaba, se escondía y se simulaba tras una falsa libertad que no era real.

En uno de los pasajes del libro, Ypi habla de cómo entre las cosas que se ocultaban estaban “las biografías”, y de cómo éstas eran minuciosamente clasificadas en buenas y malas, mejores o peores, limpias o turbias, relevantes o irrelevantes, transparentes u oscuras, dignas de confianza o sospechosas, las que era bueno recordar y las que era mejor olvidar. La biografía constituía la respuesta universal a cualquier tipo de pregunta. El sentido de tu biografía te ubicaba en un lugar u otro del mundo.

La madre de Lea Ypi, tercera de siete hijos de una familia que compartía sus ingresos con dos abuelas y un primo hermano de su padre, pasó su infancia en la miseria. Siempre supo lo que era pasar hambre, pero encontró en el ajedrez un lugar que nada tenía que ver con su mundo. Llegó al ajedrez como manera de obtener chándales gratis y ropa para ella y su familia, y a los veintidós años se convirtió en campeona nacional de ajedrez. “La belleza del ajedrez radica en que no tiene nada que ver con tu biografía. Todo depende de ti”, le diría años después a su hija.

Garantizar las condiciones de salida son las reglas necesarias para que avancemos hacia sociedades donde todos tengamos las mismas oportunidades, independientemente del origen de nuestra cuna

En las democracias liberales como la nuestra, la biografía ya no supone un riesgo de ser considerado sospechoso u opositor del sistema, pero para muchos, como lo fue para la madre de Lea Ypi, la biografía es todavía un factor determinante a la hora de conocer los límites de su mundo, de tener acceso a más o menos oportunidades. Es en las democracias liberales donde las políticas públicas tienen el poder de cambiar el sentido marcado en las biografías.

En otro de los fragmentos del libro, la madre de Ypi le dice que “en el ajedrez, solo cuando se conocen las reglas y las dominas, eres libre de elegir y de hacerte responsable de tus decisiones, es entonces cuando el juego depende de ti”. Garantizar las condiciones de salida son las reglas necesarias para que avancemos hacia sociedades donde todos tengamos las mismas oportunidades, independientemente del origen de nuestra cuna.

Por eso es tan trascendente el debate de la Ley vasca de educación, porque se trata de acordar las reglas de la educación que queremos para todos. Para que, independientemente del tipo de escuela en el que estudiemos, la calidad sea la misma porque el servicio público de calidad está garantizado. Solo así conseguiremos que cada vez sean más los que puedan traspasar los límites de su mundo.