La campaña electoral que nos viene en Euskadi
Pues ya estamos en canción y durante los próximos 15 días tendremos a los partidos políticos y sus maquinarias electorales trabajando a pleno rendimiento para movilizar el voto de los fieles, captar el de los posibles votantes y desmovilizar el voto de los del rival. Este es el ABC de una campaña electoral. Vamos a tener un exceso de mensajes políticos, propuestas, apariciones en medios y campaña en la calle, pero antes de todo esto es importante el análisis para entender qué campaña nos viene en Euskadi.
La participación: Cualquier análisis de una campaña electoral riguroso, bien sea en su desarrollo o bien en su resultado ha de comenzar por la participación. Aquí no hay buenas noticias a la vista. Se espera que la participación general en estas elecciones de cercanía valla a la baja y pasados los miedos a las aglomeraciones por la pandemia, la tozuda realidad nos muestra que el sistema político y los partidos han abandonado a una parte importante del electorado. Las estrategias de campaña parecen poco orientadas a sacar a esas comunidades de la abstención. En realidad, los partidos ni entienden ni quieren entender a los abstencionistas y prefieren orientar esfuerzos comunicativos a quienes siempre votan.
Escenario electoral relativamente estable: La fortaleza de la marca PNV, la búsqueda de la convivencia y una especie de calma tras la tempestad en Euskadi nos indica que los cambios (en porcentajes y en reparto de poder institucional) serán pocos. No se espera una hecatombe del principal partido de Euskadi a pesar de las crisis sucesivas que está sufriendo (Osakidetza, caso De Miguel, clientelismo y corrupción). Las plazas en disputa serian Vitoria-Gasteiz (tres candidatas en empate y una posible invitada de última hora), Gipuzkoa (donde la pugna PNV-EH Bildu parece que será más intensa) y algunos analistas apuntan a Donostia como una plaza que se ha animado en las últimas semanas. Hay competición en algunos municipios medianos (la mayoría entre PNV y EH Bildu), pero no recibirán la atención mediática como las tres plazas ya comentadas.
Temas de campaña: Como dice el politólogo Pablo Simón la cercanía de las elecciones generales a estas elecciones municipales hacen que estas sean percibidas como una primera vuelta y perjudican a la fiscalización del elector a sus políticos locales. Por eso en esta campaña se ha hablado y se hablara de temas que poco incumben a la política local (Ley de solo sí es sí, Ex miembros de ETA en listas de EH Bildu, etc.) No digo que esos temas no sean importantes, lo son y mucho, pero están más ubicados en temas fuera de la agenda institucional municipal y suelen utilizarse para desgastar las posiciones políticas pensando en la contienda electoral general. Aun así, hay que reconocer que el nivel de propuestas vertidas a la ciudadanía es alto. Parece que los políticos han entendido que un exceso de mensaje emocional, sin apelar a la racionalidad del votante, opera en su contra, sobre todo porque los electores están ya muy cansados de la bronca constante y con poco sentido de los partidos políticos.
Originalidad en campaña y humanización de los candidatos: Los partidos están muy empeñados en humanizar a sus candidatos. Esta es una tendencia global que en gran medida la marcan las nuevas tendencias de comunicación. Aquí deberían entrar mucho mejor las acciones de campaña originales y novedosas. Para el elector el contenido novedoso es seductor y en campaña lo que busca el electorado es que le seduzcan. Sin embargo, la necesidad de humanizar a los candidatos y la necesidad de seducir al electorado no parece que haya incentivado en exceso la originalidad de los partidos políticos y sus aparatos de comunicación. La campaña en lo que se refiere a contenidos comunicativos será aburrida y poco motivante. A esto hay que añadirle que estos mismos partidos parecen haber olvidado que la mejor manera de humanizar a sus candidatos es pisar calle, el cara a cara con el elector. Lo veremos en municipios pequeños, pero las grandes ciudades seguirán comunicando mediante medios tradicionales y redes sociales.
La noche electoral: Muchos piensan que el trabajo de un equipo de comunicación termina cuando se cierran las urnas. Nada más lejos de la realidad y menos en Euskadi. El sistema de partidos hace que sea obligatorio pactar para gobernar y durante la campaña, ante el miedo a perder votantes, pocos partidos declararan con concreción con que partidos querrán llegar al poder institucional. Además, los resultados pueden cambiar muchas posiciones y aspiraciones. Las primeras intenciones las veremos en la misma noche electoral, pero hasta la constitución de las corporaciones municipales habrá que estar atentos a los mensajes sobre todo porque eso va a influir en las próximas citas electorales en Euskadi y España.
Este escenario electoral nos dibuja una campaña vibrante en algunas arenas de competición electoral. Vitoria, Gipuzkoa y puede que Donostia tendrán toda la atención mediática y de los frikis de la comunicación política. El resto pasará desapercibido o con poca atención de los medios y analistas, pero en la noche electoral veremos que todos ganan y ninguno pierde. Mi intención en esos días será ayudar a los votantes a que (con datos) determinen a quien le ha ido mejor y a quien peor en la cita electoral en Euskadi.