El presidente Pedro Sánchez en un acto de campaña en Gijón /  JORGE PETEIRO - EP

El presidente Pedro Sánchez en un acto de campaña en Gijón / JORGE PETEIRO - EP

Opinión ELECCIONES 28M

Dos cuestiones de fondo y una de forma

26 mayo, 2023 05:00

Decía Daniel Innerarity que el secreto de la serenidad es preguntarse qué va a quedar de esto que ahora parece importante. Tras 15 días de una campaña crispada –donde ha sido difícil para los candidatos y candidatas municipales y autonómicos hacer prevalecer sus propuestas frente al ruido– nos quedará el recuerdo de las listas de EH Bildu, los votos comprados de Melilla y los anuncios de Pedro Sánchez en cada mitin electoral. Dos cuestiones de fondo y una de forma.

El debate pendiente es si quienes han cumplido sus penas y han hecho un proceso de reinserción pueden ejercitar sus derechos políticos, una vez han reconocido el daño causado

Las listas de EH Bildu con antiguos presos de ETA admite varias lecturas, un consenso que debe ser unánime y un debate pendiente. El consenso unánime es la deuda moral con las víctimas a las que no podemos olvidar. El debate pendiente es si quienes han cumplido sus penas y han hecho un proceso de reinserción pueden ejercitar sus derechos políticos, una vez han reconocido el daño causado. No es un debate menor porque el sistema penitenciario se sustenta sobre la posibilidad de reinserción de presos y presas, y nos lleva de la mano al debate de la convivencia en Euskadi y en España.

Los votos comprados de Melilla, nos coloca ante un problema que atraviesa a las democracias: la inclusión de la sospecha sobre la veracidad de los resultados electorales. Que se aclare lo sucedido con la posible compra de votos es un paso necesario para blindar la confianza en los resultados y garantizar la credibilidad del sistema electoral. Que no se abran posibles grietas desde las que se cuestionen resultados electorales futuros.

Ejerce el control de la agenda con el anuncio de medidas que realmente no son novedad porque en su mayoría ya están consignadas en los presupuestos y se encontraban a la espera de su activación en el Consejo de Ministros

Y una cuestión de forma. Un anuncio del Gobierno por cada mitin electoral. Esta manera de ejercer la política por parte de Pedro Sánchez ha sido habitual a lo largo de toda la legislatura. Por un lado, marca la agenda y determina la conversación pública, tan importante en los tiempos que corren. Por otro, ejerce el control de la agenda con el anuncio de medidas que realmente no son novedad porque en su mayoría ya están consignadas en los presupuestos y se encontraban a la espera de su activación en el Consejo de Ministros. Una manera de hacer política propia de un manual de resistencia.

Tres cuestiones inconexas, de diferente intensidad y gravedad que han atravesado la campaña electoral. Las dos primeras de fondo porque en función de cómo se aborden nos harán avanzar o no en nuestra convivencia y harán que nos blindemos, o no, ante la desconfianza que ya acecha a algunas democracias. La tercera de ellas es una cuestión de forma porque lo relevante es si las medidas que presenta Sánchez son eficaces y contribuyen a solucionar los problemas de la gente. Más allá del ruido, el tiempo nos da la perspectiva de ver lo que es de fondo y lo que es de forma.