Euskadi, a contracorriente
Euskadi es rebelde, cuando todos los países europeos, incluido España, giran sus preferencias electorales hacia la derecha, en el País Vasco es la izquierda la que se expande por el tablero político hasta ocupar la mayoría en todos los espacios institucionales.
El crecimiento de Bildu en la Comunidad Autónoma de Euskadi obedece a un proceso sociológico en el que la izquierda en su conjunto lidera la opinión pública vasca. El que el PNV haya sumado sus votos a todas las propuestas del Gobierno de Sánchez y Podemos y que en Euskadi gobierne con el PSE y con sucesivos acuerdos con Bildu no han sido suficientes para que la sociedad vasca haya girado aún más a la izquierda sus preferencias hasta hacer que los de Otegi sean el partido mayoritario en Gipuzkoa y en Vitoria y que pise los talones al PNV en Álava y en Bilbao.
Las miradas están puestas sobre aquellos lugares en los que Bildu ha ganado y tiene algunas posibilidades de gobernar, particularmente Gipuzkoa y Vitoria y, también en Pamplona, donde ha quedado segunda fuerza, pero puede ser necesaria para dar el Gobierno de la Comunidad a María Chivite, que ha quedado por detrás de UPN.
Ahí se va a decidir mucho, ya que el PSOE tiene que escoger si mantiene los pactos con Bildu o, dada la proximidad de las Elecciones Generales y el mal efecto electoral de sus pactos con los independentistas, los evita en este proceso de formación de gobiernos.
Si a Bildu no le respetan los resultados de ganador en la Diputación de Gipuzkoa y en el Ayuntamiento de Vitoria, el entendimiento que ha habido hasta ahora en el Congreso de los Diputados se va a resentir
Si a Bildu no le respetan los resultados de ganador en la Diputación de Gipuzkoa y en el Ayuntamiento de Vitoria, el entendimiento que ha habido hasta ahora en el Congreso de los Diputados se va a resentir. Por otro lado, si el PSOE decide apoyarse en los de Otegi para hacerse con el Gobierno de Navarra a cambio de votar a Bildu en el Ayuntamiento de Pamplona, la cosa va a tener su efecto negativo en la opinión pública española.
Estas cosas las va decidir Pedro Sánchez, por lo que la opción de la candidata socialista de Vitoria, Maider Etxebarría de presentar su candidatura no se va a adoptar en Vitoria sino en Madrid. El PSE de la capital vasca necesitaría los votos de Podemos para desbancar a Bildu, cosa que no parece fácil que se produzca. Si Podemos no accede, tendría que recabar los votos del PP, que los tiene más fáciles dado que el primer mandamiento de los populares es evitar que Gobierne la formación de Arnaldo Otegi. Las consecuencia de desbancar a Bildu con los votos del PP supera la capacidad del partido en el nivel local.
En este orden de cosas, el ganador de las elecciones en el País Vasco, el PNV, es el que menos va a celebrar esta noche electoral, ya que, no sólo ha perdido la alcaldía de Vitoria (han quedado cuartos) y tiene en jaque la Diputación de Gipuzkoa, sino que además ha visto como la formación independentista de izquierdas le pisa los talones en cada una de las circunscripciones vascas.
Si en el ámbito nacional las elecciones de este domingo han sido unas primarias de cara a las Generales, en el País Vasco se han vivido unas primarias para las elecciones vascas del año próximo
Si en el ámbito nacional las elecciones de este domingo han sido unas primarias de cara a las Generales, en el País Vasco se han vivido unas primarias para las elecciones vascas del año próximo.
En ese trance, hemos visto a un PNV mayoritario, pero en fase descendente, un Bildu creciente y un PSE y Podemos que han aguantado mejor que el el resto de España, por eso de que la potencia de la izquierda en Euskadi es muy consistente.
El Partido Popular ha mejorado en todas las plazas. Especialmente en Gipuzkoa, donde pasa de uno a tres junteros, y en Bilbao y Vitoria, donde suma un concejal más en cada municipio. Sin embargo, la buena marcha se ha visto perjudicada por el crecimiento inesperado de VOX, que sube en toda España y también aquí. De hecho entra en las Juntas de Álava con un juntero y logra en Vitoria, aunque sin lograr representación, el número de votos que hubieran dado la mayoría a la candidata popular, Ainhoa Domaica, en detrimento de Bildu, que se ha hecho con la mayoría.
En el conjunto de España, la victoria de los populares ha sido tan consistente que deja al PSOE en su peor escenario y, además, a pocos meses de las elecciones que pueden sacar a Sánchez de la Moncloa.
El único que salva los muebles es García Page, adversario de Sánchez en el debate ideológico del PSOE y que con su victoria en Castilla La Mancha se convierte en un referente de quienes quieren un giro de timón en la dirección nacional del partido, cosa que, ahora, tras el descalabro de este domingo, parece que ya no es un capricho sino una obligación para un partido en declive y que se venía sosteniendo en Podemos, una formación desaparecida del mapa político municipal y autonómico.