La formación del nuevo gobierno de España, mejor dicho, las conversaciones para lograrlo, parece que están a punto de concluir. Vamos asistiendo en los últimos días a presentaciones de acuerdos y al anuncio de nuevas medidas previstas para la próxima legislatura. Me voy a detener en una de ellas que presentó con mucho orgullo, aunque la verdad de manera un poco enrevesada, Yolanda Díaz. La responsable de Sumar anunciaba la eliminación de los viajes en avión entre ciudades que tuvieran una alternativa de transporte en ferrocarril de menos de 2,5 horas de duración. Una propuesta casi calcada a la que anunció el gobierno francés de Macron hace casi ya 2 años y que persigue hacer más eficiente y sostenible la movilidad interurbana de viajeros, potenciando los desplazamientos en tren.
Quiero dejar claro que, al contrario de algunas voces que han alertado de la dificultad de poner en marcha la medida o de supuestos problemas en las conexiones con vuelos intercontinentales, estoy totalmente a favor de la propuesta, eso sí, para hacerla realidad, el próximo ejecutivo tiene que dar un giro total a la nefasta gestión que se está haciendo del tren en España y que en Euskadi sufrimos especialmente.
A punto de acabar 2023, 31 años después de que comenzara a funcionar el primer AVE en este país, seguimos sin alta velocidad y, lo que es peor, sin fecha fiable para su llegada. Les juro que no encuentro calificativos para esta situación, sólo una petición al PNV, ya que todavía parece que no ha cerrado su acuerdo con Sánchez, por favor cierren ya un compromiso real y tangible para que los vascos y las vascas podamos subirnos a un tren del siglo XXI, no del XIX.
Por favor, cierren ya un compromiso real y tangible para que los vascos y las vascas podamos subirnos a un tren del siglo XXI, no del XIX
Pero vamos a dejar de un lado este tema trascendental del que, seguramente, seguiremos hablando muy pronto para centrarnos en el presente, en la actual red de ferrocarriles y en el servicio que presta Renfe en nuestros territorio y que, en mi opinión, es francamente mejorable.
Les voy a contar una situación que seguro que han vivido y viven miles de ustedes en cualquiera de los tres territorios vascos cada vez que tienen que desplazarse a Madrid. Entran en la página de Renfe para buscar un billete, que ya sabemos que no se va a llevar un premio a la más accesible, pero como ya están duchos en estos temas de la informática buscan opciones para desplazarse a la ciudad del Manzanares. Si no lo hace con bastante antelación se encontrará con trenes completos y casi sin opciones de billete, si tiene suerte y lo hace con tiempo se dará cuenta de que apenas hay trayectos competitivos, es decir que no les suponga pasar medio día en el tren hasta llegar a Chamartín.
Desde Bilbao, por ejemplo, sólo hay dos posibilidades que tarden menos de 4,30 horas, sólo 2 desde Donostia-San Sebastián que tarden menos de 5 horas y los mismos desde Vitoria-Gasteiz que tarden menos de 3.30 horas. Y eso cuando el AVE ya llega a Burgos y con un buen Alvia se podrían reducir esos tiempos considerablemente. ¿Cuál es el motivo por el que no existen más y mejores combinaciones con Madrid? La verdad no lo entiendo y como yo otras entidades como SEA Empresarios Alaveses, Cámara de Álava o las propias instituciones alavesas que ya han denunciado esta deficiente conexión. Por supuesto, ya no les digo si quieren ir a Barcelona, Galicia u a otras regiones de la península, la odisea sería digna de ser contada por Juan Antonio Bayona y título podría ser “Lo Imposible II”.
Si no lo hace con bastante antelación se encontrará con trenes completos y casi sin opciones de billete, si tiene suerte y lo hace con tiempo se dará cuenta de que apenas hay trayectos competitivos
Está muy bien hacer propuestas para transformar nuestro modo de movernos y hacerlo más sostenible, pero esas propuestas deben ir acompañadas de planes reales para impulsar en nuestro país un medio como el ferrocarril, que en la actualidad es el que menos emisiones produce en los desplazamientos interurbanos. Esto pasa por ponerse las pilas y hacer una oferta competitiva a los usuarios, no me cabe la menor duda de que si esto fuera así, miles de vascos se subirían al tren y dejarían sus vehículos particulares, tanto para viajar fuera de la comunidad como para hacerlo dentro de ella, sin tener que sufrir averías como las que sufrieron hace 3 semanas en el Valle de Ayala.
Creo que se ha acabado el tiempo de la excusas para Renfe y ADIF, ya no nos vale su palabra favorita para explicar estas situaciones "puntuales". Es urgente una estrategia integral que pasa, entre otras cosas, por finalizar las infraestructuras para la llegada de la alta velocidad, mejorar las existentes e impulsar la intermodalidad con otros medios de transporte y, seguramente, por liberalizar el servicio para hacerlo más competitivo.
Es urgente una estrategia integral que pasa, entre otras cosas, por finalizar las infraestructuras para la llegada de la alta velocidad
Creo que somos de los pocos países europeos en los que sus principales aeropuertos no tienen un acceso directo a las principales líneas de alta velocidad y en Bilbao y Vitoria-Gasteiz esa intermodalidad no existe tampoco entre el ferrocarril y los autobuses interurbanos. En este último mes he tenido que viajar por varios países europeos y les confieso que me da mucha envidia lo fácil que es moverse en ferrocarril y lo que ayuda este medio de transporte a aumentar la competitividad y las relaciones entre los distintos territorios. De hecho, incluso ya se están recuperando en muchos países del continente los trenes nocturnos que Renfe dejó de operar hace algunos años.
Es la hora del tren y su impulso definitivo pasa por muchas más cosas que prohibir los vuelos cortos, requiere de visión, inversión, estrategia y compromiso. En Euskadi, además, necesita un milagro, vista la falta de formalidad de las instituciones para dar una oferta atractiva a la ciudadanía en los desplazamientos en ferrocarril. Mientras esto cambia seguiremos como Beltor Brecht, esperando……..