El PSOE cruzando líneas rojas, el PP en la Plaza del Castillo porque... adivinen ustedes... Navarra se rompe, el PNV desconcertado, desconfiado y alarmado, Bildu autosatisfecho y pletórico, Sumar, Podemos, y esa izquierda tipo vida de Brian haciendo cosas de vida de Brian.
Empecemos por el partido central del Gobierno... central. Por primera vez, y en una ciudad tan importante como la capital histórica de Euskal Herria y del Viejo Reyno, el Partido Socialista ha decidido apoyar, con sus votos, una moción de censura contra la alcaldesa de UPN y el ascenso a munícipe máximo del candidato de Bildu, Joseba Asirón. Estos son los hechos.
Por supuesto la reacción del PP ha sido, como se dice ahora, hiperbólica, hasta el punto de organizar una manifestación en Pamplona a la que se unieron sus socios de Vox, y hasta uno que queda en Ciudadanos. Una vez más, la decisión de los socialistas es, para Feijóo y los suyos, el peor algo de la historia. En algo pongan ustedes mentira, traición, desgracia, divorcio, acné o papada, por citar solo algunas palabras con acepciones negativas.
Veamos ¿Ha ido el PSOE más allá de lo que nunca habían ido los socialistas respecto a Bildu? Sí ¿Ha mentido el PSOE respecto a no votar a Bildu, hasta que la brecha ética que les falta por recorrer sea satisfecha? Evidentemente sí ¿Esta decisión de los socialistas es el pago o parte de él por el apoyo al gobierno progresista en España? Probablemente sí ¿Votar a Bildu en Pamplona dinamita la estrategia tejida por los socialistas vascos de cara a las autonómicas? Un poquito mucho. Mogollón ¿Navarra se rompe? ¿ETA gobierna en Navarra? ¿Es el PP el último refugio, el Abismo de Helm, de los constitucionalistas vascos, navarros y españoles? No a todo. Hipérboles.
La pregunta interesante de verdad es si el apoyo socialista a Bildu cambia el escenario vasco y navarro. Y la respuesta es, por supuesto. En Navarra es evidente. Pamplona para los independentistas. Y en Euskadi se abren muchos melones que requieren respuesta. La más importante la referida a las diputaciones de Álava y Gipuzkoa, donde PNV ostenta la Diputación foral y gobierna junto al PSE-EE en minoría, gracias al apoyo del PP.
La pregunta interesante de verdad es si el apoyo socialista a Bildu cambia el escenario vasco y navarro
En Gipuzkoa, Bildu obtuvo 22 escaños provinciales frente a los 17 del PNV. Sin embargo gobierna el PNV con el PSE gracias a los votos del PP. Apoyo que el PP ha retirado y cuya primera consecuencia ha sido que la diputada general Eider Mendoza tiene que negociar con Bildu si quiere tener presupuestos. Bildu y PSE-EE suman mayoría absoluta.
En Álava, ganó el PNV y gobierna con el PSE pero, nuevamente gracias a los votos del PP, en minoría. Tienen 24 de 50 escaños pero un acuerdo entre Bildu, Podemos y PSE-EE también sumaría mayoría absoluta. Y el PP también ha retirado el apoyo por lo de Pamplona.
En Vitoria, ganó Bildu con siete concejales de 27 y un triple empate a 6 entre PSE-EE, PP y PNV, que quedó relegada a cuarta fuerza en votos. Los 2 últimos concejales fueron para Podemos. El pacto PNV-PSE-EE hizo alcaldesa a la socialista Maider Etxebarria, que gobierna con el PNV en minoría y en minoría. Un pacto socialista con Bildu y Podemos daría la absoluta y mandaría a los jeltzales a la oposición. Y en San Sebastián, donde el pacto PNV-PSE sí tiene mayoría, la misma puede cambiar hacia Bildu, con socialistas y morados. Únicamente Bilbao y Bizkaia están a salvo para el PNV en estos momentos.
Únicamente Bilbao y Bizkaia están a salvo para el PNV en estos momentos
Bien es cierto que nada de esto va a ocurrir antes de las elecciones vascas, pero el desconcierto en el PNV ante lo que pueda acontecer es palmario, lapidario y colosal. De hecho, hablan ya de retrasar lo máximo posible los comicios tras comprobar que la revolución edadista jeltzale no ha levantado el más mínimo entusiasmo movilizador, y que Pradales —les recuerdo que es un señor que el Euskadi Buru Batzar ha propuesto para lehendakari— es menos conocido por los vascos que el interior de una biblioteca, y el pobre no puede hacerse notar hasta que sea designado oficialmente tras la liturgia interna del PNV. Necesitan tiempo.
Por su lado, imagino que los socialistas vascos, con Eneko Andueza a la cabeza, no pretenderán ya que la ciudadanía crea ni un segundo que nunca van a pactar con Bildu en Euskadi aunque lo hayan hecho en Madrid y en Navarra. Otra cosa es que vayan de vivos y mantengan que en ningún caso —por la brecha ética y eso— van a propiciar un lehendakari de Bildu (que cucos) pero que —si los números dan— puede ser que hagan videlehendakari a Pello Otxandiano, diputadas generales en Gipuzkoa y lava a Maddalen Iriarte y a Eva López de Arroyabe, y alcalde en San Sebastián a Juan Karlos Izagirre. Algún gesto relevante en estos meses del candidato Otxandiano hacia las víctimas de ETA acercaría más de lo que parece eso que el director de Crónica Vasca ha dado en llamar un Borgen a la vasca. Es más, ni siquiera ganando, el PNV estaría a salvo.
Hablan ya de retrasar lo máximo posible los comicios tras comprobar que la revolución edadista jeltzale no ha levantado el más mínimo entusiasmo movilizador
La posibilidad existe, quod erat demostrandum. Y esto daría lugar aún a más preguntas ¿Qué es mejor para Euskadi? ¿un pacto PNV-PSE? Lo malo conocido. Estabilidad probada y conocimiento mutuo, en un desgastado matrimonio donde hay cariño pero poco amor ¿Bildu-PSE? Un fogoso romance con la soberanista vegana de la que no sabes casi nada. Ni si es realmente una progre o vive con Charles Manson y su cuadri ¿PNV-Bildu? Yo, personalmente, prefiero que se la midan —el alma soberanista— estando uno en la oposición y otro en el poder ¿Un pacto Bildu-PSE es más progresista que otro entre PNV y el PSE? Tengo mis dudas.
Otros enigmas. ¿Si el PNV es desalojado de la mayoría de centros de poder en Euskadi, dejaría caer al gobierno de Pedro Sánchez y sumaría sus votos a PP y Vox para una moción de censura? No está tan claro. Arriesgado. Ese botón nuclear no es ninguna garantía para el PNV, que puede verse como colaborador necesario de un gobierno formado por la derecha extrema y la extrema derecha en España.
Aunque a veces el cuanto peor mejor apetece un montón..., Un poco en plan Montoro, que caiga España, que caiga Euskadi, que ya la levantaremos nosotros.
¿Quién dijo que la política vasca era un tostón y que venían unas elecciones aburridas?