El consejero delegado de CIE Automotive, Jesús María Herrera / CIE AUTOMOTIVE

El consejero delegado de CIE Automotive, Jesús María Herrera / CIE AUTOMOTIVE

Opinión

¿Es bueno o malo que una persona cobre un sueldo de 24 millones?

8 marzo, 2024 05:00

Hace unos días se supo que el consejero delegado de CIE Automotive, el guipuzcoano Jesús María Herrera, es el ejecutivo mejor pagado de toda España. Su sueldo de 2023, casi 24 millones de euros, supera al de Ana Botín (Santander) o José Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), tradicionales ocupantes de este particular ránking. Aunque en EE.UU. hay directivos españoles que cobran incluso más en empresas como Pepsico (Ramón Laguarta), Meta (Javier Oliván), HP (Enrique Lores) o Johnson & Johnson (Joaquín Duato).

Coincide esta noticia con un tuit del siempre polémico profesor de Mondragon Unibertsitatea Julen Bollain en el que critica la remuneración de Ana Botín, presidenta del Santander, durante 2023: 12,24 millones, que son 33.500 euros cada 24 horas. A su juicio, "una democracia no debería permitir que una persona gane en un solo día lo que sus trabajadores en todo el año". Y es cierto que la diferencia es abismal y que en el mundo cooperativo en el que se desenvuelve profesionalmente Bollain las remuneraciones de los directivos están limitadas precisamente a un máximo de seis veces lo que gana un empleado medio.

La remuneración de Ana Botín, presidenta del Santander, durante 2023: 12,24 millones, que son 33.500 euros cada 24 horas

Esta circunstancia reduce, por una parte, los costes finales de todas las empresas del grupo Mondragon pero, por otra, limita sus posibilidades de atraer y de retener a los mejores ejecutivos. De hecho, en sus empresas casi todos los directivos provienen de la cantera interna. Grupo Mondragon puede así figurar habitualmente en todos los rankings de empresas con mayor compromiso social pero está por ver si esta forma de hacer las cosas mejora su rentabilidad final, que es lo que a priori persigue cualquier compañía.

Se sobreentiende que un ejecutivo cobra mucho porque genera más dinero para su compañía, sea porque vende más o porque gasta menos o, lo más habitual, por ambas razones. Exactamente igual que en un equipo de fútbol, cuyos mejores jugadores, los que más cobran, marcan o ayudan a marcar más goles o encajan menos. Pero evidentemente ese sueldo debe ser proporcional al tamaño del club, lo que explica por qué solo los grandes de la Champions retienen a los Messi y compañía, mientras Athletic Club, Real Sociedad y Alavés no pueden jugar en esa liga de remuneraciones multimillonarias.

De ahí que resulte sorprendente que sea CIE Automotive, una empresa que se parece más al Alavés que al Barça, la que tenga al ejecutivo mejor pagado. Por poner un poco de contexto, el fabricante vasco de componentes de automoción es 14 veces más pequeño que Iberdrola o casi 50 veces inferior a Stellantis, uno de sus principales clientes. ¿Entonces cómo se explica que Herrera gane más que Galán? Todo indica que la política de recursos humanos de CIE Automotive es, cuando menos, peculiar.

Resulte sorprendente que sea CIE Automotive, una empresa que se parece más al Alavés que al Barça, la que tenga al ejecutivo mejor pagado

Ante un intento de fichaje por parte de una empresa del sector, que perfectamente podría ser Stellantis, la compañía reaccionó aumentando los ingresos de su CEO. Sobre todo los variables, que dependen especialmente de la evolución de ventas y beneficios, que se han multiplicado respectivamente por 2 y 4 desde que Herrera está al frente. ¿Cómo habría reaccionado su equipo, la Real Sociedad, en un caso similar? Dejándolo marchar, aunque con un recado: cuando estés en Stellantis, como sabes que somos muy buenos fabricando componentes, diles a los de compras que nos traten bien. Sin ir más lejos, eso mismo es lo que hizo Firestone (hoy Bridgestone) cuando Opel hizo una oferta a Arriortua.

Así funciona generalmente el mundo de las empresas que venden a otras empresas y no al consumidor final. Su negocio depende de un mercado complejo y, salvo casos contados, suelen registrar menores beneficios y, por tanto, pagan sueldos inferiores. Quizás por ello, el Grupo Mondragon ha terminado refugiándose precisamente en este mundo empresarial, menos competitivo en términos salariales y de innovación pero muy exigente en eficiencia y calidad. A las cooperativas vascas les va mejor fabricando componentes de frigoríficos que vendiendo neveras de Fagor.

Un directivo del Grupo Mondragon sabe cuál es su máxima aspiración, que generalmente coincide también con la del valle en el que siempre ha vivido y en el que hay una cultura colectiva de auzolan. En el Alto Deba, donde casi todo el mundo se conoce, todos deben contribuir por el bien común y está mal visto que alguien destaque trabajando mucho más (o mucho menos) y, sobre todo, ganando cifras desproporcionadas. Y es cierto que, desde un punto de vista de mera justicia social, no es de recibo lo que cobran los directivos de algunas empresas.

Un directivo del Grupo Mondragon sabe cuál es su máxima aspiración, que generalmente coincide también con la del valle en el que siempre ha vivido

El problema es que, al igual que con el fútbol, lo que ocurre es inevitable en el momento en que competimos en un mundo abierto. Es fácil propagar equidad y paridad cuando vives encerrado en un valle pero es prácticamente imposible hacerlo en un contexto internacional. Atravesando el puerto de Deskarga, en Zumarraga, nació y se crió Josu Jon Imaz, que hoy figura en los rankings de los que más ganan pero también tiene que viajar más que Willy Fogg. Y más abajo, en Beasain, hizo lo propio Herrera, aunque donde realmente se ha curtido como directivo es en Brasil.

¿Cómo evitamos entonces que estas diferencias salariales sigan aumentando? En Suiza trataron hace unos años de prohibirlo por ley, limitando lo que un alto ejecutivo puede ganar a 12 veces el salario mínimo. Dudo que hubiera funcionado, aunque en cualquier caso la población rechazó la propuesta en referéndum. Sea como fuere, en este asunto de las remuneraciones hay mucho más márketing que otra cosa. Ni Herrera necesita 25 millones, que no incluyen por cierto lo que ingresa como consejero de la firma hermana Dominion, ni ese sueldo va a mejorar sustancialmente su rendimiento laboral. Su salario no deja de ser un número más que lanza un mensaje comercial a la bolsa en la que cotiza CIE Automotive. Una cifra, por cierto, que a mí me anima más a no comprar las acciones de una compañía que, a mi juicio, gasta mucho en lo que no debe.