En Euskadi nos acercamos a la formación de un nuevo gobierno tras echar a andar el Parlamento vasco esta semana. En Cataluña, después de esas interesantes elecciones en las que el nacionalismo perdió la hegemonía, poco a poco se acercan a una nueva etapa tras el procés. Precisamente a raíz de la derivada catalana es una incógnita saber qué ocurrirá en toda España. ¿Habrá unas elecciones generales antes de tiempo?
Todo eso no se sabe en qué acabará. Pero hay cosas, eso sí, que nunca cambian. Una de ellas es esa fuerte permisividad social, política y hasta legislativa respecto a los futbolistas. Esta semana en Crónica Vasca hemos dado más detalles sobre el caso del chalet de Xavi Alonso, ahora entrenador del Bayer Leverkusen y que jugó en la Real Sociedad, el Liverpool y el Real Madrid.
Se trata, como saben, de un chalet de alta gama que este futbolista se construyó en Igeldo, en San Sebastián, en una zona protegida y que parece que tendrá que ser derruido...siempre y cuando las autoridades den ese paso. Claro que dichas autoridades no terminan de darlo. Además, no está claro quién tendrá que pagar la obra del derrumbe, que costará unos dos millones de euros.
Desde hace muchos años en toda España, en general, y en Euskadi, en particular, los futbolistas parecen tener patente de corso para hacer lo que les venga en gana
Estos mismos días se habla también de una nueva ley en la Comunidad de Madrid: la ley Mbappé. Una norma que demuestra cómo a veces se legisla para favorecer a determinados futbolistas multimillonarios. No importa el dinero que tengan o en qué equipo jueguen. Pero la realidad es que desde hace muchos años en toda España, en general, y en Euskadi, en particular, los futbolistas parecen tener patente de corso para hacer lo que les venga en gana.
Los futbolistas son una suerte de ídolos sociales que parecen intocables. Algo que no ocurre en otros ámbitos de la vida pero sí en el caso de los deportistas de élite y, sobre todo, de los profesionales del fútbol.
Ni leyes Mbappé ni chalets especiales como el de Xavi Alonso. Los futbolistas deben regirse por las mismas leyes que todos. Como cualquier otro ciudadano. Es de perogrullo pero conviene recordarlo porque es una de esas tareas pendientes. En medio de esta hirviente actualidad hay cosas que nunca cambian aunque deberían hacerlo.