Lejos de desaparecer, la violencia machista continúa en las calles de Euskadi. Esta semana, durante las fiestas de Vitoria, dos jóvenes denunciaron dos agresiones sexuales en la capital de Euskadi. Hechos gravísimas a los que hay que sumar una posible tercera violación y otros delitos menores de violencia de género detectados por la Policía Local.
Esto es simple y llanamente demencial. Sabemos que este es un problema estructural que no ocurre sólo en Vitoria. Y además esto se repite en otras localidades vascas en verano, durante las fiestas. Algunos se creen con capacidad para decidir sobre el cuerpo de las mujeres y las agreden como si fueran sus objetos.
Es evidentísimo que estamos ante una lacra social terrible que debemos combatir y denunciar. Aunque parezca que desde los medios poco podemos hacer más que contar cada caso que ocurra, es relevante que ahora, cuando más parecen repetirse estos hechos terribles, pongamos el dedo en la llaga para reclamar que esto se acabe, pedir que los protocolos contra la violencia machista funcionen y esperar que las fuerzas de seguridad hagan bien su trabajo.
La lucha contra el machismo y la defensa de la igualdad es una de las líneas maestras de Crónica Vasca. Siempre denunciaremos este tipo de actos y ayudaremos en la medida de nuestras posibilidades a combatirlos. Esperemos que en lo que queda de verano, y por supuesto después, tengamos que dejar de hablar toda esa violencia machista que sigue en nuestras calles.