El lehendakari, Imanol Pradales, durante su discurso navideño.
Mucho de autogobierno y poco de nación
- El lehendakari, Imanol Pradales, lanza un mensaje a los jóvenes y se olvida de proclamas soberanistas
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Los discursos siempre son importantes por lo que dicen pero también por lo que olvidan. Y el mensaje navideño de Imanol Pradales, el primero que pronuncia desde que llegó a Ajuria Enea, habla mucho de "autogobierno" y nada de "nación".
Como pasaba casi siempre con los discursos de su antecesor en el cargo, Iñigo Urkullu, en este debut del lehendakari ha primado lo institucional por encima de lo emocional. Porque Pradales deja entrever sus ansias soberanistas -de ahí que Euskadi deba "tomar las riendas del futuro"- pero no se pasa de frenada, por así decirlo.
Son palabras muy medidas. Porque no puede olvidarse que el PNV gobierna con un socio, el PSE, que nada quiere saber de aventuras a la catalana para un "nuevo estatus" o una puesta en práctica del célebre "derecho a decidir".
En el venidero debate sobre la reforma del Estatuto de Euskadi el gran debate va a ser el reconocimiento o no de la existencia de la nación vasca. Eso divide a los socios de Lakua. Y eso es precisamente lo que Pradales no ha mencionado. Acaso porque esa batalla tiene que darla su partido, el PNV, pero no él como jefe del Ejecutivo de coalición.
La otra clave de este discurso es que iba dirigido a los jóvenes, a "los que probablemente no estaréis escuchando este mensaje". Paradójica prevención. Acaso Pradales confíe en que el boca-oído haga llegar sus palabras a la juventud...
En todo caso, es un acierto dirigirse a quienes ahora enfrentan problemas como la vivienda o la falta de un trabajo cualificado. No está tan claro si las soluciones ofrecidas -"confianza en Euskadi", "el pueblo vasco", etc- les parecerán suficientes. Habrá que preguntárselo a ellos.
