Dice Arnaldo Otegi que el movimiento Gazte Koordinadora Sozialista (GKS) "es una cosa muy vieja". Y afirma que no existe veto político alguno a esta organización por parte de la izquierda abertzale tradicional, sino que su problema es que "se llevan mal con todo el mundo". 

Eso sí, al líder de EH Bildu asegura que estos jóvenes abertzales descarriados de la línea oficial "tienen posiciones sobre el euskera que me preocupan enormemente" y "consideran que la independencia nacional es un objetivo no deseable". 

La verdad es que para importarle tan poco esos jovenzuelos anda muy informado sobre ellos. Parece, de hecho, justo lo contrario: el secretario general de Bildu se ve obligado a marcar distancias con GKS por la batalla que se está viviendo entre los dos grupos de jóvenes nacionalistas más radicales

Ernai, el grupo juvenil afín a Sortu-Bildu, y el movimiento de corte más obrerista llevan años enfrentados. Pero ahora esa disputa se ha recrudecido, tanto por la posición respecto a Israel como por el recuerdo de los etarras Txiki y Otaegi, fusilados por la dictadura franquista. 

La disputa se agudiza en cada grupo de jóvenes con ideología independentista. Y sus posiciones parecen cada vez más lejanas, como ya contó este diario. 

Es imposible saber cuánto preocupa GKS entre los dirigentes de Bildu. De hecho, ahora que la formación liderada por Otegi presenta un perfil más serio y de gobierno, quizás hasta las críticas de sus oponentes por "blandos" o "burgueses" realmente les beneficien para su estrategia... 

La mejor manera de dilucidar qué fuerza tiene este movimiento es que se presente a las elecciones. Ya tiene un partido montado, EHKS, y seguidores no le faltan. Otra cuestión es que consiga aglutinar las muy diversas voluntades de los abertzales que disienten de Bildu, que, por cierto, no son sólo jóvenes. 

Otegi, no se olvide, dijo también al respecto de esa "cosa vieja" que "los que tenemos cierta edad la recordamos de nuestros tiempos". Los que no tenemos tanta edad también recordamos otras cosas viejas que hacía en otros tiempos el líder de Bildu, claro.