El sector vasco de hostelería ha pedido al Gobierno vasco que retrase hasta después del Puente de la Inmaculada la implantación del pasaporte Covid y las posibles restricciones añadidas que impliquen a sus negocios.
El lehendakari Urkullu ha adelantado hoy la posibilidad de reunir de nuevo el LABI este viernes, si se recibe la sentencia del Tribunal Supremo en la que autoriza a la comunidad autónoma vasca a poner en marcha el pasaporte Covid. En esa reunión está previsto que se apruebe, además de la necesidad mostrar el certificado de vacunación -o pasaporte Covid- para acceder a determinados establecimientos o eventos, el estado de emergencia sanitaria, lo que permitirá al Gobierno vasco adoptar de nuevo medidas restrictivas sobre todo para el comercio y la hostelería en cuanto a aforos, horarios, consumo en barra, etc.
En principio, la intención del Gobierno vasco es que las medidas, aún por determinar, entren en vigor de forma inmediata. Es decir, si se aprueban el viernes podrían publicarse el mismo sábado en el BOPV y entrar en vigor justo al inicio del puente, lo que puede ocasionar un perjuicio muy importante en un sector muy castigado a lo largo de la pandemia.
Fuentes de los hosteleros confirman a Crónica Vasca que han trasladado tanto a la consejera de Salud Gotzone Sagardui como al consejero de Turismo, Javier Hurtado, con los que mantienen una interlocución fluida -dicen- la petición de que las medidas no se pongan en marcha hasta que pasen estos días festivos, teniendo en cuenta que los establecimientos ya han hecho acopio de género para el puente, y tiene reservas cerradas, por lo que cualquier tipo de restricción puede ocasionarles importantes trastornos en sus negocios en unos días en los que suelen tener importantes ingresos. Desde el departamento de Turismo han confirmado que mantienen reuniones constantes con el sector que trasladarán como lo han hecho a lo largo de toda la pandemia, sus reivindicaciones a la mesa del LABI que es la que tomará las decisiones finales.
Pese a que el pasaporte Covid obligará a los hosteleros a realizar una cierta labor policial para comprobar si es correcto en aquellos establecimientos en los que se exija, básicamente el ocio nocturno y restaurantes de más de 50 comensales, tienen ya asumido que su implantación es la "menos mala de todas las medidas" que se pueden adoptar y el temor del sector es que las decisiones del LABI vayan más allá y retrotraigan las restricciones al escenario de hace unos meses.
"Lo que queremos es que las medidas se queden como mucho en este pasaporte, porque si se nos aplican más recortes de horarios y aforos nos colocarán de nuevo en un situación muy delicada a las puertas de una época crucial como es la Navidad", dicen.
Aunque su petición es que se retrase la implantación de la medida hasta pasado el puente festivo, los hosteleros se están preparando para poder controlarlo cuanto antes, en previsión de que el LABI decida la aplicación inmediata. Las asociaciones de hosteleros están difundiendo entre sus asociados aplicaciones de reconocimiento de cógidos QR "para que puedan ir testando cómo funciona, en previsión de que la aplicación del certificado sea inmediata".