El Parlamento debate la extinción de la sociedad pública que busca gas en el subsuelo alavés
Shesa ha invertido 81,7 millones de euros en la búsqueda de gas en una década y ha obtenido solo 29 por la venta de metano en la única explotación activa en La Rioja
9 diciembre, 2020 05:00El Parlamento vasco debate este jueves la extinción de la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi (Shesa), dependiente del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco. Esta sociedad, que ha invertido en los últimos diez años 81,7 millones de euros en la búsqueda de gas natural en el subsuelo vasco o próximo a Euskadi, participa únicamente en un permiso de explotación en la comunidad de La Rioja, conocido como 'Viura', de la que tiene el 37,7% de las acciones y donde la venta de metano ha generado hasta la fecha 29 millones de euros. El sondeo 'Viura', operado por Unión Fenosa, es la únca concesión de explotación que ha obtenido Shesa de los 16 permisos de investigación que le han sido otorgados.
Esta sociedad pública intenta realizar desde hace años un sondeo bajo la localidad alavesa de Subijana. Esta exploración, que ha despertado el rechazo vecinal, se ha convertido en un elemento de negociación presupuestaria, pues Podemos ya ha advertido de que la búsqueda de gas bajo el suelo de este municipio supone "una línea roja" en la negociación de los Presupuestos vascos, tal y como ha anunciado su portavoz, Miren Gorrotxategi. Más allá de este componente político, en la base del debate parlamentario, impulsado en forma de moción por EH Bildu, se encuentra la rentabilidad de esta sociedad pública y su encaje en un contexto de transición energética hacia las renovables.
Yacimiento de gas en La Rioja
La moción que se debate este jueves en el Parlamento vasco llega tras la reciente comparecencia de la consejera Arantxa Tapia. A petición de la coalición abertzale, muy crítica con la trayectoria de esta sociedad pública -“el error del PNV no tenemos que pagarlo a escote todos los ciudadanos echando millones de dinero público a un pozo sin fondo", llegó a decir el parlamentario Mikel Otero-, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente reconoció en la Cámara vasca que todavía "queda inversión pendiente de amortizar". Tapia matizó, sin embargo, que "no hay que confundir" la inversión pendiente de amortizar con las "pérdidas". "Hay que darle tiempo al proyecto" denominado 'Viura', mantuvo Tapia, pues se trata de un yacimiento de gas que supone "el hallazgo más importante en el Estado en los últimos años". La coalición abertzale, por contra, entiende que el caso de Shesa es un ejemplo de la "apuesta fallida del PNV por el gas natural", una inversión que "se ha traducido en el despilfarro de dinero público".
Tapia también aseguró que esta sociedad pública "sigue intentando investigar" el potencial de aprovechamiento del gas bajo el municipio alavés de Subijana, a expensas de que no se lo prohíba la futura Ley de Cambio Climático que ultima el Ejecutivo central. EH Bildu entiende que las recientes explicaciones de la consejera fueron insuficientes. Por eso, este jueves instará al Gobierno a que haga una "apuesta definitiva por las renovables", y a que destine en gran medida a la transición energética los fondos europeos 'Next Generation', abriendo antes "un debate estratégico y amplio con los agentes sociales, económicos y políticos" para "lograr amplios consensos a favor de proyectos concretos". La coalición ya ha anunciado que pedirá el cese inmediato de la actividad de Shesa y su disolución.
La demanda de gas creció en 2019
El debate parlamentario llega en un momento en el que la demanda de gas ha crecido en Euskadi. Mientras el consumo eléctrico cayó en 2019 un 2,2% en el País Vasco, la demanda de gas natural creció un 20% respecto al año precedente, lo que supone un cambio de tendencia de los últimos años y la vuelta a los valores registrados en los años 2011 y 2012, tal y como recoge el informe anual del Ente Vasco de la Energía de 2019. Este aumento fue debido principalmente al gran consumo de los ciclos combinados en 2019, que triplicaron su consumo de gas natural respecto al año anterior. Por otro lado, el consumo de gas natural para usos convencionales (industria y edificios) se redujo en un 1,8%.