El acuerdo presupuestario entre el Gobierno vasco va más allá de las cifras concretas asignadas a cada partida. Con los partidos de Gobierno sumando mayoría absoluta, y por lo tanto, sin necesidad numérica de sumar, la importancia del acuerdo es más cualitativa que cuantitativa, como reconocía ayer el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu.
Es el primer acuerdo presupuestario de EH Bildu con el Gobierno vasco y en este momento coloca sobre la mesa un nuevo escenario de pactos y de acuerdos, que muestra que, a partir de ahora, en Euskadi cualquier pacto es posible.
"Hemos demostrado al PNV que se puede pactar con nosotros" venía a decir ayer Maddalen Iriarte.
De entrada, la nueva sintonía allana de forma significativa el camino para que se consiga un acuerdo sobre la Ley de Educación.
PNV y EH Bildu no han ocultado en ningún momento que ya antes de constituirse la ponencia en el Parlamento con la que se pretende sentar las bases del nuevo anteproyecto de ley, existía entre ambas formaciones un acercamiento sobre el pacto educativo.
También puede limar asperezas sobre el pacto del futuro estatus, que de momento sigue en un cajón desde la pasada legislatura.
Aunque es cierto que el pacto presupuestario no tiene ni un solo acuerdo en línea soberanista, y se centra en lo eminentemente económico y social. Algo que el socialista Eneko Andueza atribuía a la presencia del PSE en el Ejecutivo.
Pero sobre todo multiplica las posibles alianzas entre los partidos vascos como hasta ahora no se habían producido y que pueden impulsarse además tras la decisión decisión de los presos de acabar con los 'ongietorris' que era un continuo punto de fricción entre EH Bildu y el resto de los partidos.
Si fue Eneko Andueza el primero que agitó el tablero político al no descartar la posibilidad de abrirse a nuevos pactos más allá del que mantiene con el PNV en el Gobierno vasco, Diputaciones y principales ayuntamientos, en los que no descartaba incluir a EH Bildu, el giro de estrategia de la coalición abertzale abre la posibilidad a entendimientos entre nacionalistas, que hasta ahora parecían vetados.
Así interpretaban el pacto presupuestario también desde Elkarrekin Podemos, descolocado al quedarse solo entre las derechas de PP y Vox rechazando el presupuestos vascos.
Miren Gorrotxategi lamentaba que "en un momento en el que se está moviendo el tablero político vasco", EH Bildu opte por ser "socio preferente del PNV", dando por sentado que se aleja de nuevo el tripartito de izquierdas que defiende la formación morada.