El PP vasco busca ganar posiciones tras la crisis en la dirección del partido con la marcha de Pablo Casado y lo quiere hacer recuperando un discurso de gestión centrado en la fiscalidad para el que quiere reivindicar el efecto Madrid. El primer movimiento de la formación en Euskadi va a ser la organización de un acto dirigido a empresarios con la presencia de la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Fernández Ayuso, en el que reclamar una fiscalidad más competitiva en un momento en el que el este debate en el País Vasco ha sido retrasado hasta final de año por Gobierno vasco y diputaciones.
El movimiento de la presidenta madrileña ha provocado la caída del presidente nacional, Pablo Casado, en solo siete días y ha abierto el camino para Alberto Núñez Feijoó. Los barones autonómicos del PP se han conjurado para resolver lo más rápidamente posible la crisis para evitar más daños en la imagen del partido que puedan seguir insuflando las expectativas de Vox. En Euskadi, donde la estructura y el peso de la formación quedaron bajo mínimos tras la destitución de Alfonso Alonso, se ha aprovechado la nueva circunstancia para activar lo antes posibles un mensaje que permita a la formación recuperar el pulso. La apuesta es insistir en temas económicos y de gestión y la fiscalidad y el modelo de competitividad para las empresas desarrollado en Madrid será el enganche
Según han confirmado fuentes del PP a 'Crónica Vasca', se organizará entre marzo y abril, en función del congreso extraordinario, un acto al que se invitará a empresarios y agentes económicos con la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El objetivo es lanzar un mensaje que defienda la bajada de la presión fiscal que afectaría también al Impuesto de Patrimonio. Este tributo que afecta a las grandes fortunas está en el centro de las reclamaciones de la patronal vasca. Confebask ha remarcado en numerosas ocasiones la necesidad de eliminar esta figura como una forma de aumentar el aliciente y la competitividad de Euskadi para atraer talento.
Se trata de un debate que ha protagonizado algún que otro roce entre los empresarios vascos y el propio lehendakari. Recientemente, el presidente de Confebask, Eduardo Zubiarrure, señalaba que en Euskadi "hemos perdido competitividad en ese sentido". El máximo responsable de la patronal vasca ha insistido en numerosas ocasiones en la petición de rebajar impuestos en el País Vasco porque "el impuesto de bienes nos perjudica", en referencia a gravámenes como el de Patrimonio, que Madrid ha eliminado. El lehendakari Urkullu ha mantenido, en cambio, un discurso más propicio a no modificar las cosas y señaló que "respetando" las valoraciones de los dirigentes de la patronal había que interpretarlas "desde sus propios intereses".
Ya el pasado mes de diciembre la formación del PP en Álava había organizado la cena de Navidad con la presencia de Isabel Fernández Ayuso, aunque el acto quedó suspendido por la pandemia.
El PP en Euskadi ve en esto una oportunidad de recuperar cierto pulso y espacio en el discurso de gestión semanas antes del aterrizaje a la presidencia del partido de Aberlto Núñez Feijoó. El dirigente gallego representa un perfil con el que la gran mayoría de la dirección vasca del partido se siente mucho más cómoda, creen que reforzará un mensaje más centrado, que refuerce el perfil gestor y que podría apuntalar a la formación en Euskadi. Sin embargo, también hay dirigentes de la formación que ven la sintonía entre Feijoó y Urkullu como un condicionante que podría acotar el margen de maniobra y de oposición al PP en el País Vasco.