El portavoz del Gobierno vasco Bingen Zupiria, ha calificado de "exitosa" la Korrika de este 2022, aunque ha lamentado la exhibición de fotos de presos de ETA. Zupiria ha afirmado que lo visto durante la carrera en favor del euskera son "imágenes que no se tenían que haber dado" y ha considerado que, de esta forma, no se le hace "ningún favor" al idioma. 'Crónica Vasca' preguntó a AEK, la entidad organizadora de esta carrera, por los carteles exhibidos y esta eludió condenar el "culto al terrorismo" denunciado por Covite.

Zupiria ha señalado que "le ha dado pena" lo sucedido y que no le hizo "gracia" que precisamente en el kilómetro de la popular carrera que recorrió el consejero de Política Lingüística se desplegasen pancartas a favor de reclusos de la banda terrorista. "No le hacemos ningún favor al euskera ni a su normalización si se identifican los actos en su favor con otro tipo de mensajes. Creo que el euskera necesita menos política y más acuerdos", ha afirmado.

Más allá de la polémica, el titular de Política Lingüística ha señalado que "con la Korrika ha habido oportunidad para que miles de personas volvieran a encontrarse en la calle y, además, lo han hecho en apoyo al uso y a la normalización del euskera". "Hemos visto a muchísima gente correr con ilusión, con ganas, y hemos oído mucho euskera en las calles, que era algo importante después de la época que nos ha tocado vivir estos últimos dos años", ha indicado.

Ninguna actividad ilegal pese al señalamiento a Maxam

Por último, Zupiria ha manifestado que el Gobierno vasco ha mantenido contactos con las diferentes asociaciones empresariales y clústeres para conocer la actividad que las empresas vascas tienen en Rusia o en Ucrania. "En ningún caso hemos detectado empresas que estén teniendo actividades que no serían justificables o legales en esta situación", ha añadido en referencia a la situación de Maxam, señalada por el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, durante su discurso en el Congreso de los Diputados esta semana.

Además, ha asegurado que la atención de la Administración vasca ha estado "más pendiente y más volcada en ayudar a las empresas que, como consecuencia de esta situación de guerra, puedan ver comprometidos sus entregas, sus cobros o la financiación de sus operaciones".