Santano: "Quizá si había un poco de autocomplacencia vista la reacción al informe de Zedarriak"

José Antonio Santano (Irun, 1965) lleva 20 años al frente del Ayuntamiento de Irun. La ciudad fronteriza ha sido vivido, de un tiempo a esta parte, marcada por el drama migratorio de cientos de migrantes -subsaharianos, sobre todo- que tienen en Irun la última parada de una ruta que en muchos casos comenzó hace años, a miles de kilómetros y con barreras mucho más complicadas que un traicionero Bidasoa que, desgraciadamente, cuenta con decenas de fallecidos en los últimos años tratando de cruzar a una Francia donde los controles supuestamente antiterroristas de la Gendarmería, habilitados hace siete años, han hecho más que complicado cruzar la frontera a las personas de color.

Sin embargo, ese no es el único asunto de actualidad que aborda la ciudad, que mira hacia un futuro con un mayor "protagonismo ferroviario", que busca atraer parte de los fondos europeos a una de las esquinas de España y que también cuenta con un marcado industrial que no tantas veces se recuerda.

Queda un año para las elecciones de una legislatura que no ha sido normal. ¿Cómo la valora?

En Irun y en todas partes esta legislatura va a pasar a la historia como la legislatura del covid. Si un mandato municipal de cuatro años es corto... este mandato se nos ha reducido a la mitad. Hemos estado durante dos años pendientes de la salud, de la economía y del empleo de nuestros vecinos. Es ahora cuando estamos despegando una vez que hemos visto que el impacto en el empleo y en la recaudación no ha sido el que esperábamos. Ahora, con la llegada de los fondos europeos, lo que estamos haciendo en Irun es una puesta marcha del proyecto de ciudad que tenemos. Un proyecto que no es nuevo, que tendríamos que haber empezado a desarrollar en 2020, pero no fue posible entonces.

Más allá de eso, creo que también esta legislatura ha demostrado que todos los ayuntamientos -no voy a distinguir color político- somos la puerta a la administración más cercana al ciudadano, la primera puerta a la que llama el ciudadano que tiene problemas. Alcaldes, alcaldesas y concejales hemos estado al pie del cañón. No había un manual de instrucciones y sin embargo hemos demostrado la utilidad de los ayuntamientos.

Finalmente la comarca ha conseguido que la actividad quirúrgica del Hospital del Bidasoa no se traslade a San Sebastián mientras se renuevan los quirófanos. ¿Está contento?

Sí, yo creo que había una enorme preocupación ciudadana y ha habido una movilización muy importante. Nosotros también estábamos muy preocupados desde el Ayuntamiento y yo, como alcalde, he intentado contribuir a que reinara la racionalidad y se tomaran las mejores decisiones. Y así se lo trasladé a la consejera. Pero creo que hay un mérito indiscutible de la plataforma Osasun Bidasoa, de la movilización ciudadana y de los profesionales que trabajan en el hospital, que han sabido expresar su preocupación con argumentos y trasladarla a la ciudadanía. Ahora confío en que las cosas se hagan bien y que realmente tengamos los quirófanos modernos y amplios, que merecemos.

¿Por qué cree usted que le ha costado tanto al Departamento de Salud cambiar de criterio si había una movilización popular tan fuerte?

No lo sé. Como alcalde y en nombre de todos los grupos políticos trasladé al Departamento la preocupación enorme tanto nuestra como de la ciudadanía. Sobre todo, por la falta de información. No se ha explicado por qué ese proyecto se debía llevar adelante. Al final ha habido lo que quiero entender que es una reflexión y se ha entendido que había otras alternativas que eran mejores. Creo que se podría haber evitado todo esto simplemente con un poco más de diálogo.

Yo soy de los que quiere mirar hacia adelante. Así se lo he trasladado a la consejera, a la que también le he mencionado que hay otros asuntos como el tercer ambulatorio y ocuparnos más de la pediatría, de la salud mental, de las rehabilitaciones... Tenemos una serie de necesidades que venimos tiempo arrastrando y que creemos que es también momento de resolverlas ahora.

Se ha hablado mucho de salud últimamente en Irun, pero el tema por el que más se está hablando de su ciudad es la crisis migratoria. ¿Cómo cree el alcalde de Irun que se está abordando este problema?

Estamos viviendo desde hace varios años una situación terrible. Cada vez que aparece la noticia de una persona fallecida en el río se nos encoge el corazón a todos los que vivimos aquí. Echo de menos una política europea de migración; lo hemos dicho en muchas veces e incluso hemos hecho una comunicación conjunta los alcaldes de Hendaya, Hondarribia y yo mismo. No puede haber una política francesa, una española y otra alemana, porque entonces esto ya no es la Unión Europea. Eso es lo que está faltando.

¿En lo más inmediato notan una mayor afluencia de migrantes ya a las puertas del verano?

Estas últimas semanas lo que estamos notando es una reducción del volumen de migrantes. No sé exactamente cuáles son las razones. Estoy un poco sorprendido porque normalmente en estas fechas es cuando se produce un incremento y, sin embargo, en estas últimas semanas el flujo que estamos viendo es sustancialmente menor.

José Antonio Santano, alcalde de Irun, durante un acto en el Ayuntamiento / EP

Echo de menos una política europea de migración

¿No le parece que ha habido doble rasero en nuestro trato a los migrantes ucranianos y a los subsaharianos?

No es que lo crea, es que lo hay. Aquí se percibe clarísimamente. Nosotros en estos últimos meses hemos visto cómo esos dos flujos migratorios -del norte al sur y del sur al norte- han coincidido. Y vemos cómo la migración del sur al norte está calificada como proscrita, ilegal o irregular, lo cual, además, añade un montón de limitaciones a la hora de atenderla a nivel humanitario. Mientras, sin embargo, hay una migración del norte al sur en la que a las personas que huyen de la guerra Europa les ha dado un carácter de refugiados políticos. Tiene todo el sentido que sea así y, al mismo tiempo, es evidente que están recibiendo un trato distinto.

¿Y no lo ve injusto?

Indudablemente. Desde una perspectiva humana y de valores. ¿Quién puede decir lo contrario?

Un migrante realiza una ofrenda floral sobre el Bidasoa mientras porta una mochila con la bandera ucraniana / EP

Ha habido doble rasero con los migrantes ucranianos y los subsaharianos. Aquí se percibe claramente

Irun es una ciudad en la que las comunicaciones son muy importantes. ¿Cuánto le preocupa que la ciudad se convierta en una isla ferroviaria sin conexión de alta velocidad con Madrid y con Iparralde?

Lo que te puedo decir es que los proyectos que estaban parados se han reactivado. Ya sabes lo importante que es para nosotros la línea de Astigarraga a Irun, el tercer hilo ferroviario. Esa obra se ha adjudicado, está en marcha y, además, va a permitir la transformación de una parte importante del barrio de Ventas. Efectivamente, como dices tú, podemos tener conectadas las tres capitales y faltarnos la conexión para llegar a Madrid. Creo que en este momento lo que está más 'verde' es la conexión de Burgos a Vitoria. Espero que se aceleren todos esos proyectos. De lo que se trata también es de que el tiempo de viaje, por ejemplo, a Madrid, se vaya acortando.

¿Y a París? En Iparralde se ha deshechado la alta velocidad

Bueno, a pesar de la situación que tenemos, a París o cuatro horas en tren. Estamos hablando de una conexión que no está nada mal. Ojalá la tuviéramos así con Madrid en este momento. No obstante, la impresión que  tengo es que terminada la Y vasca y con los tramos que ya están en marcha la conexión con Madrid tiene que reducirse mucho en tiempo: no todo lo que deseáramos, pero tiene que reducirse mucho. Al final yo lo que busco como alcalde de Irun, sean mayores o menores los tiempos, es recuperar el protagonismo ferroviario para Irun. Una vez que esté terminada la Estación Internacional de Irún vamos a recuperar un protagonismo ferroviario enorme, porque, con independencia de que a Madrid todavía el tiempo de llegada no sea el definitivo, recuperaremos plenamente nuestras cercanías, las líneas de largo recorrido y una línea de alta velocidad.

Las conexiones y sus problemas es uno de los factores de pérdida de competitividad que ha señalado el primer informe de Zedarriak. ¿Comparte ese análisis?

Yo iría a un elemento incluso previo. No estamos acostumbrados en este país a que un grupo de personas independientes, profesionales, estudiosos, gente de empresa, pueda pueda poner el acento en lo que en aquello en lo que fallamos. A mí lo que más me ha sorprendido del informe es la reacción que ha provocado. Sinceramente, creo que en un país normal, europeo, democrático, como cualquiera de los que nos rodea, esto es el pan nuestro de cada día: se ponen en valor las cosas buenas que el país tiene, pero es imprescindible también hacer una reflexión sobre aquellos aspectos a mejorar.

Me ha sorprendido la reacción que se ha producido desde un sector del Gobierno vasco, incluso del propio lehendakari, atribuyendo objetivos o intenciones oscuras a las personas que han expresado esa opinión y que, además, son personas de todo tipo de ideologías y ámbitos profesionales. Me parece que estas cosas son muy sanas y hay que tomarlas como elementos o como palancas para la mejora, no como elementos de crítica que se ven a la defensiva desde la política.

A mí no me ha parecido correcta la reacción que se ha producido al informe de Zedarriak

Entiendo entonces que no coincide con el lehendakari en eso de que en Euskadi no hay autocomplacencia

Lo que sé es que la crítica no ha gustado y la crítica, cuando es reflexiva, hay que tomarla como un punto de referencia para intentar mejorar el país. A mí no me ha parecido correcta la reacción que se ha producido. No sé, quizá un poco de autocomplacencia sí que había. Yo con el tema de la fiscalidad, por ejemplo, no estoy de acuerdo, pero a lo mejor con otros aspectos que han tratado sí. Que el hecho de poner esa reflexión encima de la mesa suscite una reacción de este calibre a lo mejor sí significa que ha habido un poquito de autocomplacencia. Creo que tenemos que ver estas cosas con mucha más naturalidad.

José Antonio Santano, alcalde de Irun, durante un acto del PSE / EP

Tengo ilusión y fuerza, pero hace falta contar con la confianza de tus compañeros y eso todavía no lo hemos hablado

Y la última: a un año de las elecciones... ¿se plantea José Antonio Santano repetir como candidato a la alcaldía de Irun?

José Antonio Santano esta a disposición de su partido y de sus compañeros. Yo, desde luego, no descarto en absoluto repetir, pero este es un tema que todavía tenemos que hablarlo dentro de nuestra casa. Yo me siento con la ilusión y las fuerzas que son imprescindibles para seguir llevando adelante este proyecto, pero tengo que contar, por supuesto, con el visto bueno de mis compañeros. Gero, gerokoak, como se dice en euskera. Eso ya tocará. Nosotros ahora estamos trabajando para imprimirle velocidad a este final del mandato. Después del verano ya llegará el momento de decidir sobre esto otro. Los dos requisitos imprescindibles para estar aquí es ilusión y fuerza. Tengo esas cosas, pero hay un tercer requisito que es contar con la confianza de tus compañeros y eso todavía no lo hemos hablado.