En una semana marcada, entre otras cosas, por la concesión de la protección nacional transitoria a 'Viñedos de Álava', los partidos nacionalistas han arremetido este sábado contra lo que consideran que es una politización de una cuestión puramente económica. Así lo ha asegurado, por ejemplo, el parlamentario del PNV y presidente del Araba Buru Batzar (ABB), José Antonio Suso, que ha asegurado que se está haciendo "política donde solo hay un problema económico".

En una tertulia en Radio Euskadi, Suso ha insistido en el carácter meramente administrativo de la autorización del Gobierno vasco e incluso ha llegado a afirmar que se estaría incurriendo en un delito de prevaricación si no se tramitase la petición formulada por ABRA. "Si el 1,6% [de bodegas] es el problema, no sé para qué le dan todo este ruido que le dan, más allá del ruido político hacia los independentistas y nacionalistas vascos, que eso en La Rioja tiene muy buena venta", ha afirmado un Suso que ha denunciado presuntos intereses de otros partidos por "crear problemas donde no los hay".

En esa misma línea han insistido también desde las filas de EH Bildu. Iker Casanova ha asegurado que se está dando una politización de "extrema" de 'Viñedos de Álava', pero por parte de quienes están negando esta iniciativa precisamente "por razones políticas". A diferencia del marco de 'falta de rentabilidad' que ha planteado el PNV como el motivo detrás de 'Viñedos de Álava', EH Bildu interpreta la iniciativa como un sector donde hace falta "una diferenciación propia y más control sobre la gestión de su producto", aunque también admite que la decisión, al fin y al cabo, es "técnica" y vinculada a la pérdida de rentabilidad.

Para Iker Casanova hay quienes "están intentando convertir ['Viñedos de Álava'] en la guerra de la independencia", algo que ha dicho que responde a los intereses del nacionalismo español por "poner por encima de la calidad de vida de los productores de vino alaveses sus proyectos de bandera". La tensión, a su entender, es una "guerra" que sí está poniendo en riesgo la iniciativa promovida por ABRA y sobre la que habría que pedir responsabilidades si la iniciativa no saliese finalmente adelante.

Portavoz del PP+ Cs en el Parlamento Vasco, Carmelo Barrio / EFE

PSE y PP+Cs, en contra

Frente a las posiciones de los partidos nacioanlistas están las de PSE y PP. Los socialistas, socios del Gobierno que ha aprobado el expediente, han asegurado por boca de su parlamentario Alberto Alonso que no había manera de parar la tramitación administrativamente, pero mantienen su oposición a la denominación alavesa. Alonso ha argumentado que es "una barbaridad" abrir "nuevas aventuras" cuando lo que está en juego es, "al menos, la cosecha de un año de muchos productores porque no se sabe dónde va acabar".

Para los socialistas lo lógico sería mantenerse bajo el "portaviones" de La Rioja y, dentro de la DOCa, explorar "caminos de diferenciación" para los vinos de Rioja Alavesa pero manteniendo una premisa a la que los sociaslistas entienden que el contexto socioeconómico empuja más todavía: a "ir unidos y bajo el mismo paraguas" en estos "momentos turbulentos".

En una línea similar se ha manifestado Carmelo Barrio, parlamentario de PP+Cs, que considera que 'Viñedos de Álava' es una operación política "amaparada" por las instituciones de Euskadi y "que no tiene ningún sentido económico y comercial". Los populares también consideran "factible" la diferenciación, pero argumentan que el lugar para eso es "dentro del paraguas Rioja". Para Barrio "no es entendible" la guerra de vinos a la que ha conducido la tramitación de 'Viñedos de Álava'.