El PNV aseguraba este sábado que el anteproyecto de la nueva ley de educación está ya "en su última fase", tras numerosos encuentros con su socio de gobierno, el PSE. Insistía además que para la redacción de este texto, documento que en un principio iba a ser presentado a finales del año anterior, se está interpretando "con total lealtad el pacto educativo alcanzado con los grupos parlamentarios y abogaba "por seguir trabajando con discreción". Esto, sin embargo, parece no ser así y es que esta mañana, la portavoz parlamentaria de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, aseguraba que las ideas del ejecutivo vasco se alejan de manera evidente de lo pactado en abril.
El 7 de abril se firmaba en el Parlamento vasco el acuerdo que recibió el apoyo del 90% de la Cámara gracias a la suma conformada por PNV, PSE-EE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU. El documento, que en un principio iba a ser una manera de agilizar y facilitar las cosas con el fin de que la nueva ley de educación estuviera aprobada antes de que esta legislatura finalizase, no ha sido más que un punto de desencuentros recurrente para las distintas formaciones políticas.
Desde hace meses los partidos y los agentes educativos no se ponen de acuerdo, el anteproyecto no avanza y mientras, las protestas se suceden. Ya en noviembre, Miren Gorrotxategi, portavoz parlamentaria de Elkarrekin Podemos-IU, insistía en que no continuarían apoyando la ley si el Gobierno vasco no abordaba algunas de las materias que en su día puso la formación para firmar el pacto, asuntos que a día de hoy, según explica, "no se abordan de manera eficaz" y se alejan de los ejes marcados por el grupo: la escuela pública y la segregación.
El pacto "no está roto"
"Todas las acciones que el Gobierno vasco ha llevado a cabo hasta ahora, han ido dirigidas a reforzar la escuela concertada; mientras, todo lo relativo a reforzar la escuela pública, se ha ido postergando", añadía este lunes. Pedía, además, valentía al ejecutivo para abordar un problema estructural de manera "audaz y decidido"; e insistía en que "todos los agentes, sindicatos, alumnos, docentes...Y todos los partidos polítcos, excepto PNV, se mostraban contrarios al primer borrador de esta ley presentado, ya que no haría frente a los retos que hay que abordar".
Gorrotxategi aseguraba que el pacto educativo "no está roto", porque es un "documento que ya se firmó y que ejerce de mandato al Gobierno", aunque admitía que la cofianza hacia este en lo relativo a esta materia estaba debilitada: "Nuestra confianza sobre lo que el Gobierno vasco va a hacer goza de mala salud, aunque todo se puede reconduzir".