La futura Ley Vasca de Educación es, si no la mayor, una de las principales cuentas pendientes del actual Ejecutivo de Íñigo Urkullu, que lleva desde la anterior legislatura tratando de sacar adelante una iniciativa que actualmente ni siquiera cuenta con un proyecto de ley y cuyos principales avances han llegado con el acuerdo educativo que el Gobierno vasco firmó con EH-Bildu y Elkarrekin Podemos-IU.
Sin embargo, pese a que la norma lleva estancada varios meses y la coalición entre PNV Y PSE-EE no ha presentado todavía un texto definitivo, pese a la presión de los partidos de la oposición y la expectación social, desde el Ejecutivo siguen trabajando en ella para cerrar cuanto antes un capítulo que mientras no se cierre, se mantendrá como un quebradero de cabeza para Urkullu y sus socios.
Hasta ahora lo único que está claro es que la ley, aunque sea a duras penas, avanza y cuenta con el apoyo de EH-Bildu, que ve como principal “reto” garantizar el correcto desarrollo de esta norma cada vez más arrastrada en el tiempo, y que una vez presente su proyecto definitivo tendrá un largo recorrido parlamentario antes de su aprobación en el Parlamento.
Con esto, parece evidente que la coalición abertzale apoyará el futuro texto, que en un primer momento de calificó como histórico, del mismo modo que hasta ahora ha apoyado el pacto educativo, pero viendo la parsimonia y lentitud con la que se está desarrollando la norma, nada puede asegurar que no aparezcan tensiones con el Gobierno de Urkullu sobre este aspecto.
Podemos cada vez más distanciado
Esto ya está ocurriendo con Elkarrekin Podemos-IU, la cuarta formación política que se posicionó a favor de aprobar una Ley de Educación, pero que en los últimos meses se ha mostrado más que crítica con el Ejecutivo, al considerar que el pacto firmado el pasado abril “no está roto”, pero “goza de mala salud”.
De hecho, este miércoles, la portavoz de la coalición morada en el Parlamento, Miren Gorrotxategui, ha mostrado la distancia cada vez mayor con el PNV y el PSE respecto a esta norma, llegando a denunciar que el Decreto de Ordenación y Planificación Escolar presentado por el Gobierno vasco no respeta el acuerdo educativo puesto que no incluye "medidas concretas para priorizar la escuela pública" y "equipara" la red pública con la concertada, llegando a favorecer a esta mediante decretos y órdenes que desde la coalición morada consideran contrarios al pacto ya mencionado.
Desde Podemos critican que la aprobación de esta norma se haya ido alejando de los plazos anunciados inicialmente por el Departamento de Educación que dirige el consejero Jokin Bildarratz, que según Gorrotxategi estaban planteados para el primer trimestre de este 2023; pero su principal denuncia no tiene tanto que ver con estos plazos, sino con que desde su grupo parlamentario desconocen cómo avanzan los últimos borradores de la norma.
En este sentido, la portavoz morada ha criticado también la reducción de ratios para la red concertada que recoge el decreto, que serán de 13 alumnos para conformar grupo en Infantil y Primaria en lugar de los actuales 17, y ha acusado al Ejecutivo de hacer "propaganda" con "palabras huecas"
Con todo esto, Gorrotxategi ha considerado la opción de que, si el Ejecutivo sigue en este línea, la coalición morada no de su apoyo a la norma en el Parlamento Vasco.