Bildu y el Gobierno vasco se enfrentan en el Parlamento por la convocatoria de las OPE de Osakidetza

El anuncio que hace un par de semanas realizó la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, sobre una nueva convocatoria para las pruebas de acceso a las Ofertas Públicas de Empleo (OPE) de Osakidetza, no ha recibido una acogida especialmente buena por parte de algunos grupos políticos presentes en el Parlamento.

Especialmente de EH-Bildu, que ha registrado una iniciativa en la Cámara vasca donde denuncian "la gestión y la falta de previsión" del Gobierno por haber convocado una nueva tanda de exámenes para julio y noviembre pese a que no se conocen los resultados de la convocatoria anterior; y en la que instaba al Departamento de Sagardui a "recuperar la naturaleza negociadora de la Mesa Sectorial de Osakidetza", para volver "al diálogo con las organizaciones" y construir un entorno de confianza "que permita poner en vías de resolución los conflictos actuales y reforzar el Sistema Público de Salud".

Desde la coalición soberanista, que no ha conseguido aprobar esta Proposición no de Ley por el rechazo del PNV y el PSE, criticaban que el Ejecutivo vasco hubiera anunciado las fechas de unas nuevas OPEs, de reposición de los años 2020, 2021 y 2022 y de estabilización de 2021, sin que se hayan publicado todavía los datos provisionales de la última tanda de exámenes para cubrir las plazas de 2018 y 2019 y para las que se presentaron 116.793 aspirantes. Una decisión que rechazas desde Bildu y que puede "afectar negativamente a los trabajadores" del Servicio Vasco de Salud. 

Osakidetza celebrará entre julio y noviembre la mayor OPE de su historia

Cambiar el modelo de raíz

Así, la parlamentaria de la formación abertzale, Rebeka Ubera, ha pedido retrasar estos procesos y que "se cierren las OPEs anteriores antes de convocar unas nuevas", además de que "se les devuelva las tasas y compense" a aquellos profesionales que se hayan apuntado a esta nueva convocatoria -en total son 109.029- sin saber todavía sus notas en las anteriores. 

En esta línea, Ubera ha denunciado que el Departamento de Salud "ni siquiera es capaz de ponerse de acuerdo para poner unas fechas", y ha reclamado que para mantener a los profesionales que trabajan en Osakidetza, "hay que consolidar sus puestos", y para ello, el equipo que dirige Sagardui "tiene que cambiar de raíz el modelo de contratación".

Finalmente, pese a que la propuesta de Bildu ha sido rechazada, el Parlamento sí ha aprobado -con los votos a favor del PSE y el PNV y la abstención del PP- una enmienda a la totalidad presentada por los partidos que componen el Gobierno vasco, en la que instan a Osakidetza y al Departamento de Salud a que "una vez finalizadas las pruebas de la OPE de 2018 y 2019, se siga desarrollando" las anunciadas hace unas semanas por la consejera, y que en estas "al igual que en las últimas pruebas, se sigan aplicando los criterios fijados por el Parlamento vasco".

Ante esto, el representante socialista Ekain Rico ha aseverado que "todos, absolutamente todos", se quedaron cortos a la hora de evaluar los incrementos necesarios para cubrir todas las plazas que quedarían pendientes en el Servicio Vasco de Salud, ante lo que ha señalado que en el acuerdo firmado por el Gobierno en 2019 se recogió el compromiso de cubrir 4.000 plazas hasta 2023, una cifra que finalmente ha escalado hasta las 11.000 en esta legislatura, lo que "supone un tercio del personal de Osakidetza". Además, como ha recordado, esta convocatoria, de 7.369 puestos se convierte "en el proceso más multitudinario de la historia de Osakidetza".