Mendia: "El PP pasea el fantasma de ETA porque no soporta que el PSOE gobierne"

La vicehelendakari segunda y consejera de Empleo y Trabajo del Gobierno vasco, Idoia Mendia, ya no ocupa cargos en el PSE que dirigió durante años. Pero no puede abstraerse de esta campaña electoral del 28-M que tanto se está centrando en lo que ocurre en Euskadi. 

Lo que va de campaña tanto en Euskadi como en el resto de España gira en torno al tema de las listas de Bildu con ex miembros de ETA, incluidos siete con delitos de sangre. Al PSE se le ha acusado de tibieza en este asunto. ¿Usted cómo lo ve?

Sobre este tema el presidente zanjó el asunto con claridad. Mejor no se puede explicar. No añadiría ni una palabra más. Lo que queda claro es que el PP no soporta que gobierne el PSOE. Le pasó a Felipe González, le pasó a Zapatero, que le llenaron la Castellana de misas y de manifestaciones, y le pasa a Pedro Sánchez. Ese es el asunto. 

¿Por qué lo dice?

Cuando no tiene argumentos frente a una economía que marcha espectacularmente bien, con cifras históricas de empleo y con un escudo social para que las familias soporten la subida de los precios, el PP pasea el fantasma de ETA. Es muy lamentable. Lo digo como socialista vasca, que hemos sufrido el terrorismo cincuenta años en esta tierra, que no hemos faltado a las citas electorales, que nunca hemos dejado de hacer política en todos los ayuntamientos, incluso en los peores, como el de Rentería, donde sufrimos más de 25 ataques... Y ahora utilizan así a las víctimas y el terrorismo.

Nosotros hemos conseguido que los gobiernos en Euskadi estén centrados en los problemas de la gente y en dar estabilidad. En eso estamos los socialistas en todos los gobiernos, también Pedro Sánchez

¿Son casos como este de las listas los que impiden que el PSE pueda gobernar Euskadi junto a Bildu?

Nadia ha dicho que nosotros vayamos a acordar con EH Bildu. Eso lo dice la derecha porque le interesa. Nosotros hacemos política en las instituciones y acordamos políticas concretas. Tenemos un acuerdo de gobierno con el PNV sobre unas bases éticas compartidas y sobre el autogobierno que figura en el Estatuto de Gernika.

Hay otras bases que no comparten...

En el acuerdo no pusimos cuestiones soberanistas porque no las compartimos. Las dejamos en el Parlamento para que cada uno defienda lo que piensa. Yo no puedo pedirle al PNV que deje de ser nacionalista, al igual que el PNV no puede pedirme que yo deje de ser socialista. Nosotros hemos conseguido que los gobiernos en Euskadi estén centrados en los problemas de la gente y en dar estabilidad. En eso estamos los socialistas en todos los gobiernos, también Pedro Sánchez. El PP miente cuando dice que Sánchez tiene un acuerdo con Bildu. Hay que mirar al futuro y hacer política.

¿Lo suyo con el PNV es un matrimonio bien avenido o es solo una relación temporal que puede romperse?

No frivolizaría llamándole matrimonio o relación. En Euskadi se ha sufrido mucho y se ha hecho política en trincheras durante muchos años. Es un país donde en 2015, cuando hicimos el primer acuerdo de gobernabilidad con el PNV para ayuntamientos y diputaciones, era la primera vez que se abría un escenario de no violencia. Hay que recordar que el primer gobierno vasco, el de la República, se constituyó en plena Guerra Civil. Y el segundo gobierno vasco, el del año 79, llegó en un escenario de violencia, porque teníamos a ETA matando. Por tanto, en 2015 era una oportunidad de gobernar para la pluralidad del país, esa con la que precisamente intentó acabar ETA. Un gobierno plural para un país plural que ha funcionado.

Este país se merecía que la Euskadi del siglo XXI tuviera un reencuentro entre sus dos grandes tradiciones políticas. Hemos cumplido ampliamente los objetivos que nos marcamos

¿Por qué lo dice?

Los socialistas hemos estado en todos los gobiernos que han hecho país en Euskadi. No todos pueden decir lo mismo. Unos porque no votaron el Estatuto, otros porque no votaron la ley de normalización del euskera u otros porque no votaron la Ertzaintza. EH Bildu ahora se envuelve en la ikurriña pero estuvo fuera del Parlamento muchos años y no construyeron nada de lo que ahora disfrutamos todos los vascos.

Otros no han estado, por ejemplo, en la Ley de Vivienda, que la llevé al Parlamento siendo secretaria general y que conseguimos aprobar junto a Bildu y UPyD, porque PNV y PP votaron en contra. Este país se merecía que la Euskadi del siglo XXI tuviera un reencuentro entre sus grandes tradiciones políticas. Hemos cumplido ampliamente los objetivos que nos marcamos. ¿El futuro? Primero vamos a dejar a la ciudadanía que vote. Lo que los socialistas siempre decimos es que nuestro voto siempre va a ser útil.

¿A qué aspira el PSE en estas elecciones municipales y forales?

Aspiramos a liderar ayuntamientos y liderar las diputaciones. Y luego será la ciudadanía la que nos diga dónde debemos estar.

¿Qué sería un buen resultado este 28-M?

Salimos a ganar, a liderar y a influir en las políticas. Lo que queremos es que se hagan políticas socialdemócratas en todas las instituciones, porque son las mejores para la gente. Cuanto más fuerte sea el Partido Socialista, más fuerte será la sociedad vasca y mejor la podremos defender.

Más allá de estas elecciones, vayamos con un asunto siempre candente: las tranferencias pendientes. ¿Habrá más traspaso de competencias antes de las elecciones generales? ¿Y la gestión de Seguridad Social?

Hay un calendario de negociación de las transferencias. Ahora está muy avanzada la de Cercanías, que llegará en su momento, cuando se afine el texto por ambas partes. La consejera Olatz Garamendi ya ha ido diciendo las siguientes que quieren trabajar: está la de Costas, la de Inmigración... Evidentemente la gestión de la Seguridad Social es la última del calendario. En cuanto a la viabilidad, es tan viable como el sistema que tenemos ahora, porque no se rompe la caja única. Es sólo gestionar. Es una delegación de la gestión.

Para terminar, toda esta legislatura ha estado en un cajón el nuevo Estatuto para Euskadi. ¿Este tema seguirá ahí o se reactivará algún día?

A mí no me corresponde hablar de ello porque no estoy en la dirección del partido. Nosotros hicemos un gran trabajo la pasada legislatura con los expertos. Se avanzó todo lo que se pudo avanzar en los espacios comunes de consenso entre los designados por los diferentes partidos. Se trabajó un texto que es válido para cuando se retome el debate. Pero existen unos puntos de divergencia que a día de hoy siguen siendo insuperables. Por lo que oigo a los dirigentes de los partidos, no parece que ahora mismo sea una prioridad ese nuevo Estatuto.