La campaña para este 28-M se está convirtiendo en un auténtico campo de batalla para los dos grandes partidos de Euskadi -PNV y EH-Bildu-, que ven como el espacio electoral entre ambos se reduce cada vez más en la mayoría de los municipios vascos, y ante lo que la formación jeltzale responde a la defensiva tratando de deslegitimizar las acciones de la coalición soberanista y acusando a algunos de sus integrantes de prácticas poco éticas.
El último episodio lo ha protagonizado el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, quien durante un mitin realizado este martes en Barakaldo, atacó duramente a dos representantes de la izquierda abertzale: primero al candidato de EH-Bildu a la Diputación General de Álava, Iker Casanova, al que acusó de creer "que la política empieza con él"; y al parlamentario de la coalción soberanista en el Congreso de los Diputados, Oskar Matute, al que se refirió indirectamente mediante un vídeo que "circula por ahí" y en el que se señala a un alto representante abertzale en la capital española por sus posesiones inmobiliarias.
En concreto, Ortuzar acusó al parlamentario de EH-Bildu de contar con un sueldo de 120.000 y aún así, estar residiendo en una Vivienda de Protección Oficial (VPO) junto a su pareja, mientras él cuenta entre sus posesiones con "un piso en propiedad alquilado en Bilbao" y "un chalecito en Labastida", ante lo que el dirigente nacionalista ha pedido explicaciones, "cuando además vamos de adalides de la nueva ley estatal de vivienda", en referencia a la pugna que se produjo entre ambas formaciones con la aprobación de esta norma el pasado mes.
Ante estas acusaciones, Matute no ha tardo en pronunciarse y en unas declaraciones para el diario El Correo, ha aseverado que "no hay nada de ocultar", argumentando que la supuesta VPO es realmente una "Vivienda de Protección Local" que se le concedió a su pareja dos años antes de que ambos se conocieran y mientras el ayuntamiento de Barakaldo -donde esta se sitúa- estaba en manos del PSE, por lo él guarda "poca relación con eso". A esto, ha añadido que "el chalecito" pertenece también a la familia de su pareja desde hace 60 años cuando "lo hizo el aitite" de esta.
Así, ha apuntado que "la mayor parte" de esos 120.000 euros que cobra del Congreso de los Diputados, "va al partido y a la coalición", mientras que él cobra 1.890 euros en 14 pagas, "que es lo que está declarado en la Diputación de Bizkaia", ante lo que ha añadido que las denuncias que hizo ese martes Ortuzar muestran que "muy mal y desesperado tiene que estar el PNV para recurrir al 'trumpismo' y a noticias 'fake'".
Homofobía contra un candidato del PNV
Este no es el único caso reciente en el que ambas formaciones se han enfrentado en los últimos días. Jeltzales y abertzales llevan meses luchando por un espacio electoral en disputa, llegando incluso a producirse ataques por parte de sectores de la izquerda abertzale que la propia coalición soberanista ha acabado rechazando y de los que se ha desmarcado.
El último, o por lo menos el que más repercusión recibió, tuvo lugar en el municipio alavés de Ribera Alta, en donde el candidato a la reelección por el PNV, Javier Gallego, fue víctima de un aluvión de ataques e insultos homófobos por parte diferentes grupos de la izquierda soberanista. La razón, la faceta artistica de Gallego como "dragqueen" en un show comico-musical bajo el nombre de "La Polaca", y con el que ha recorrido gran parte de los municipios de Álava, incluida Vitoria el pasado verano.
Ante estos ataques, lanzados principalmente a través de un vídeo manipulado y difundido por whatsapp, el PNV no tardó en salir a defender a su candidato -alcalde de la localidad desde 2021 y en el concejo de Hereña desde 2014-, aseverando que la izquerda soberanista recurría al insulto no tanto por "la actuación del alacalde en la legislatura", sino especialmente "por su condidión de actor transformista". Sin embargo, desde EH-Bildu se desmacaron de este suceso alegando que se debía a las acciones de "una persona particular".