Por inesperado que pueda parecer, evitar que EH-Bildu se haga con la alcaldía de Vitoria, con la Junta General de Álava y con otros tantos Ayuntamientos de Euskadi, ha quedado en manos del PP. Con su apoyo hacia los más que posibles gobiernos de coalición entre PNV y PSE-EE, los populares tienen en sus manos las llaves de estas instituciones vascas, y la clave para que la izquierda abertzale culmine este periodo electoral sin acceder al gobierno de ninguna de las tres capitales ni diputaciones.
La formación que en Euskadi lidera Carlos Iturgaiz se encuentra en un momento especialmente dulce: no solo ha sido la gran ganadora nacional en las elecciones de este pasado 28 de mayo, sino que en la Comunidad Autónoma Vasca ha recuperado parte de su representación en buena parte de las principales instituciones, llegando incluso a convertirse en un jugador vital para este nuevo periodo de acuerdos.
Sin embargo, los populares, que desde el mismo el primer momento han mostrado su intención de dejar fuera a EH-Bildu de todos los Ayuntamientos e instituciones posibles, tienen claro que no van a regalar su voto y que su apoyo no va a ser completamente gratis. Razón por la cual, el prediente del PP vasco aseveró el miércoles, tras el Comité Ejecutivo Regional del partido, que harán lo necesario para "desbancar" a la coalición soberanista y evitar que esta pueda conformar un Ejecutivo.
Sin embargo, esta oferta de la formación conservadora no implica que durante la legislatura el PP vaya a dar su apoyo para que jeltzales y socialistas gobiernen cómodamente. De hecho, desde el PP exigen formar parte de los diferentes ejecutivos, y previsiblemente pedirán las alcaldías de aquellos municipios donde han quedado como primera fuerza y y en los que tradicionalmente el PNV y Bildu han pactado para no dejarles gobernar, como son las localidades de Laguardia y Labastida, ubicadas en la Rioja Alavesa.
"Líneas Abiertas"
Desde el Partido Popular son claros: ellos tienen "las líneas abiertas", mientras "otros tienen la iniciativa", por lo que ahora es tarea del PNV y el PSE acercarse a la formación de Iturgaiz para, si quieren evitar que Bildu gobierne en Gipuzkoa, Vitoria o Durango, conseguir su apoyo. Mientras tanto, en el PP están "a la espeta".
La formación conservadora, ha sido clara con que su apoyo "gratis et amore" para desbancar a la coalición soberanista "no es ciego", tiene condiciones, e implica que a lo largo de la próxima legislatura socialistas y jeltzales apoyen diversas propuestas de los populares en aquellos territorios en los que su apoyo es fundamental. Aunque por el momento guardan una política de silencio respecto a cuáles son la gran mayoría de sus exigencias.
Respecto a Laguardia y Labastida, donde los populares son primera fuerza, pero en años anteriores han sido desbancados por gobiernos de coalición entre PNV y Bildu, el presidente del PP vasco apuntó que, "el PP es coherente" y si "el PNV no lo es, sabremos dónde se coloca y que la ciudadanía lo recuerde el 23 de julio".
Así, tras el Comité Ejecutivo Regional que el PP celebró este miércoles, Iturgaiz aseveró que, en todo aquello que sirva para que Bildu no gobierne las instituciones, no es necesario negociar porque su apoyo "ya está sobre la mesa". A lo que añadió que esto "es una regla de oro del Partido Popular".
De hecho, el planteamiento del PP vasco es un mensaje compartido por toda la cúpula del partido. Este miércoles, su presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, aseguró que pondrían desde ya los votos de su partido "para retirar a Bildu cualquier posibilidad de gobierno", una decisión impulsada en los buenos resultados de la coalición soberanista en este 28-M y que anticipan un escenario en el que la izquierda abertzale pueda competir por la Lehendakaritza en las autonómicas del próximo año.