El pasado domingo la localidad de Bermeo se quedó repentinamente sin alcalde. Su nuevo primer edil, que había sido nombrado este mismo sábado, presentó su dimisión tras haber sido detenido por conducir bajo los efectos del Alcohol, con una tasa que casi triplicaba lo permitido por la ley. Un suceso que ha dejado a esta localidad vizcaína sin un candidato claro para los próximos cuatro años.
Bildu y la plataforma ciudadana Guzan, que antes de la investidura del pasado sábado habían pactado expulsar al PNV del Ejecutivo y llevar a Asier Larrauri a la Alcaldía, ahora parecen no estar de acuerdo con que la coalición soberanista quiera designar a Nadia Nameh Shomal (segunda en sus listas) como nueva primera edil. En su lugar, la plataforma independiente considera que debe ser su candidato, Xabier Ortuzar quien ocupe este puesto, ya que el pasado sábado fue designado teniente de alcalde.
Desde la izquierda abertzale insisten en que el pacto firmado por ambas formaciones contemplaba que la alcaldía quedaría en manos de Bildu, sin embargo, en Guzan, con Ortuzar como primer edil en funciones, creen que debería ser su candidato quien se mantenga en la Alcaldía, pese a que esta formación fue la menos votada el pasado 28-M.
Además, a esta repentina pugna por el Ayuntamiento, ahora se suma el PNV, que con 8 escaños es la fuerza con más representación dentro del Consistorio. Pese a no haberse presentado a la investidura el pasado sábado, los jeltzales no descartan aprovechar esta brecha entre los socios del Ejecutivo y tratarán de llevar a su candidato, Aritz Abaroa, de vuelta al frente del Consistorio que dirigió en la pasada legislatura.
Con todo esto, Bermeo pasa de tener un candidato claro, a tres nombres que perfectamente podrían hacerse con la alcaldía, aunque realmente, si Guzan y Bildu acaban manteniendo su pacto, la nueva primera edil acabaría siendo la candidata abertzale y de origen palestino, Nadia Nemeh Shomal.