El lehendakari, Íñigo Urkullu, se ha reactivado esta semana como ariete contra Bildu. Tras una participación más que discreta en la campaña del 23-J, el jefe del Gobierno vasco ha empezado a lanzar ataques gruesos contra la coalición abertzale que lidera Arnaldo Otegi.
Esta semana Urkullu empezó con un feroz ataque a los soberanistas tras conocerse que Sortu, heredero de Batasuna y matriz de EH Bildu, había homenajeado en Hernani a un etarra. El mensaje dirigodo a los abertzales fue rotundo: "Es algo deplorable (...) A algunos les queda camino ético por recorrer".
Al día siguiente, el lehendakari se despachó a gusto contra Otegi y los suyos por su posición respecto a la Ley de Vivienda. Dicha legislación fue recurrida tras las generales por el propio PNV ante el Tribunal Constitucional por invadir las competencias de Euskadi, donde ya existe una ley similar ERC, socio de Bildu, anunció un sonado recurso similar por invadir las competencias de Cataluña. Y Urkullu aprovechaba para señalar que la Ley aprobada en el Congreso dañará el autogobierno vasco.
Urkullu mide mucho las palabras y suele huir de las polémicas declarativas. No es un político mitinero, de ataques ingeniosos y frases para el recuerdo. Pero en los últimos días parece hablar adquirido ese rol
Llama la atención esta actitud tan crítica por parte de Urkullu, porque hablamos de alguien que mide mucho las palabras y que suele huir de las polémicas declarativas. No es un político mitinero, de ataques ingeniosos y frases para el recuerdo. Pero en los últimos días parece hablar adquirido ese rol, que habitualmente en el PNV exhibe su presidente, Andoni Ortuzar.
Estas dos publicaciones de Urkullu en su página de Facebook han llamado la atención de algunos de sus rivales políticos, que apuntan como motivos más probables para explicarlo a una manera de combatir el empuje de Bildu o a la necesidad del afectado de marcar perfil propio como candidato a la reelección tras su papel secundario en la campaña del 23-J.
Esas visiones se antojan un tanto aventuradas. Los posts parecen edificar una actitud más beligerante de Urkullu, sí, pero habrá que ver en los próximos días si es momentánea o permanente. Habrá que comprobar, en definitiva, si esto se debe a algún cambio de estrategia o es una mera casualidad.