'Dienteputo' y los últimos prófugos de ETA, escondidos en ocho países de tres continentes

Cuando en 2018 la banda terrorista ETA anunció su disolución oficial y entregó gran parte de las armas que todavía conservaba -aunque en 2011 ya había abandonado la lucha armada-, hubo quienes entendieron que el siguiente paso era que sus miembros todavía pendientes de juzgar y que aún no habían sido localizados y detenidos por la justicia debían entregarse. Sin embargo, la realidad fue muy diferente, y a día de hoy todavía quedan más de 22 etarras prófugos de la justicia española y escondidos en diferentes zonas del planeta. 

Según recogen este sábado tanto el diario El Correo como El País, en sendos reportajes, la Guardia Civil, la Policía Nacional y la red #stophuidosETA del colectivo Dignidad y Justicia (DyJ) registran entre 22 y 35 los antiguos miembros de ETA sobre los que pesa una orden de detención en vigor. Terroristas, muchos de ellos con numerosos delitos de sangre, que permanecen huidos en hasta ocho países y tres continentes. Concretamente en Venezuela, Cuba, Uruguay, Brasil, México, Cabo Verde, Francia, y Argentina.

Es justamente en el país rioplatense, concretamente en la ciudad de Córdoba, capital de la provincia con la que comparte nombre, donde se ha situado recientemente a José Luis Eciolaza Galán, alias 'Dienteputo', al que hasta hace poco tiempo se le ubicaba entre México y Venezuela. El exdirigente de la banda armada, y antiguo miembro del comando Goierri, fue condenado por la justicia por su participación en una veintena de atentados, muchos de ellos con víctimas mortales, y actualmente se encuentra entre las listas de más buscados tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional. 

Aunque la cifra total de exetarras prófugos varía en función del registro que se consulte, ambos Cuerpos de Seguridad del Estado coinciden en que estos terroristas se esconden en los países recién mencionados. Así, mientras la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional contempla que son 22 los exterroristas de ETA reclamados por España y por Francia, al tener todavía causas pendientes con la justicia no prescritas y localizadas; la Guardia Civil aumenta esta cifra hasta los 35.

Cartel en apoyo al terrorista de ETA, Josu Ternera / Europa Press

Por su parte, desde el colectivo de juristas DyJ, que en los últimos años ha logrado destapar algunos de los escondites de estos exterroristas, cuentan con un listado de más de 30 exmiembros de ETA todavía huidos. De hecho, como señalan desde el diario El País, las propias webs de la Policía Nacional y la Guardia Civil son muestra de esta disparidad de cifras. Mientras los primeros solo incluyen a tres exetarras en la lista de más buscados, el instituto armado contempla un total de 15 en su registro. 

Todo esto demuestra las complicaciones que estos organismos tienen a la hora de concretar una cifra oficial sobre este tema, acentuadas también por la dificultad para lograr la entrega de estos a la justicia española, incluso cuando se conoce ya, no solo el país y la ciudad donde se esconden, sino incluso su dirección y trabajo actuales. 

Falta de colaboración internacional

El problema, más allá de la falta de una cifra oficial, es también la poca -por no decir nula-, colaboración de muchos de estos países en los que se ocultan los exetarras prófugos, que muchas veces convierte este proceso en una misión imposible. En numerosas ocasiones, los Gobiernos de los estados donde estos se esconden ponen trabas a su extradición, alegando que los delitos cometidos ya han prescrito, o que desde Gobierno de España se han cometido errores al reclamar su traslado.

Venezuela es, por ejemplo, el país donde más dificultades se ponen para el Ejecutivo español y en el que más exmiembros de ETA permanecen ocultos, entre siete y nueve según las Fuerzas de Seguridad del Estado. En El País y El Correo, indican que los Gobiernos de Chávez y Maduro han hecho naufragar en numerosas ocasiones los procesos de extradición de estos exterroristas prófugos.

Entre ellos, Juana Chaos, autora de una veintena de asesinatos en la década de los 80 y miembro del comando Madrid, que tras cumplir una primera pena en las cárceles españolas, volvió a ser condenada por la Audiencia Nacional por un delito de enaltecimiento del terrorismo. Sin embargo, Chaos desapareció en 2010 y no fue localizada hasta años después regentando una licorería en la República Bolivariana, a donde supuestamente se trasladó en 2012.