Urkullu pone la cuestión territorial como punto clave en el último año de legislatura

Con la reunión del Consejo de Gobierno celebrada este martes, el nuevo curso político ha comenzado oficialmente en Euskadi. Un curso que al ser algo más corto de lo habitual -por la celebración de las autonómicas vascas a mediados de 2024-, se prevé especialmente intenso por los muchos frentes abiertos que todavía debe afrontar el Ejecutivo vasco.

Sin embargo, como ha señalado este martes el lehendakari, Iñigo Urkullu, tras el encuentro celebrado en el Palacio Miramar de San Sebastián, una de las prioridades para su Ejecutivo durante los próximos meses será avanzar en la cuestión territorial y en el desarrollo del autogobierno de Euskadi. Así, como ha declarado el máximo dirigente vasco, el contexto actual en el que se ve España, tras la celebración de las generales y con un futuro Ejecutivo central donde las formaciones independentistas tendrán un papel fundamental y una mayor capacidad para negociar, es el escenario perfecto para abordar lo que la Transición "no resolvió bien en relación con la cuestión territorial del Estado".

En esta línea, el lehendakari se ha referido al desarrollo de "un nuevo modelo de Estado" que responda de forma "más adecuada y justa" a la realidad actual de Euskadi, donde, según ha recordado, "hay una amplia mayoría partidaria de lograr más y mejor autogobierno". Una realidad a la que "hay que darle respuesta", tratando de encontrar "el consenso más amplio posible" con el que desarrollar un modelo para darles más capacidad a las instituciones vascas y permitirles "tomar las decisiones desde un ámbito más cercano, más local, desde donde se tiene mayor conocimiento de la realidad". 

Con todo esto, Urkullu se ha referido también a los numerosos retos políticos que su Ejecutivo tendrá que afrontar más allá de la cuestión territorial, si quiere cumplir con todos sus compromisos antes de las elecciones autonómicas. Por ello, el lehendakari ha aseverado que la elaboración de un proyecto de ley para los presupuestos de 2024, centrado en "las necesidades de las personas y el progreso económico", será el "reto inmediato" de su Ejecutivo.

Aunque el lehendakari y su equipo de Gobierno deben recordar que todavía tienen muchas normas pendientes de aprobar en el Parlamento vasco (como la Ley Vasca de Educación, la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi, o la Ley de Transición energética y Cambio Climático), y otras muchas que no han llegado aún a la tramitación parlamentaria, sobre las que tendrán que poner todos sus esfuerzos si quieren sacarlas adelantes antes de los comicios del próximo año. 

Urkullu se reactiva como ariete contra Bildu tras su papel discreto el 23-J EBB

Incógnitas sobre su candidatura

En la misma mañana que el coordinador de EH-Bildu, Arnaldo Otegi, ha desvelado su intención de presentarse como candidato de la coalición soberanista en las autonómicas del próximo año, siempre y cuando la militancia lo avale, el lehendakari, ante la pregunta de si tratará de mantenerse en el cargo, ha apostado por no hacer conjeturas y ha señalado que este será un debate que deberá llegar más tarde. Además, ha insistido en que es competencia del PNV proponerle o no como candidato, por lo que trasladará el EBB su reflexión personal cuando corresponda. 

De hacerlo, el actual dirigente vasco volvería a ser candidato con 62 años y lo haría por cuarta vez consecutiva, afrontando unos nuevos comicios que, viendo la pérdida de apoyos hacia los jeltzales en las municipales y forales del 28-M y en las generales del 23-J, se presentan significativamente más complicados. 

Urkullu tampoco ha concretado cuándo tiene previsto convocar las próximas elecciones vascas, y aunque hace cuatro años se celebraron el 12 de julio -en cuanto la situación pandémica lo permitió-, ha recordado que en un primer momento estaban convocadas para el 5 de abril, fecha que tuvo que posponerse por el confinamiento.

Por esta razón, un breve adelanto de las autonómicas al 9 de junio, coincidiendo con las Europeas, no es una posibilidad del todo descartable, aunque el lehendakari ha insistido en que esta decisión se tomará "en función de las circunstancias".