Azpiazu contra todos en un debate plomizo marcado por las autonómicas de 2024

No es ningún secreto que los presupuestos de 2024 serán los últimos para el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu. A sus 66 años, el parlamentario jeltzale, que dirige este departamento desde 2016, afronta ahora un último proceso para sacar adelante unas cuentas que no han dejado indiferentes a ninguno de los grupos políticos en la oposición. De hecho, ya durante la defensa y presentación de los presupuestos en comisión parlamentaria, Azpiazu dejo claro que estos no iban a ser solo las últimas cuentas de esta legislatura, sino también las suyas como consejero. 

Así, varias semanas después de que el Consejo de Gobierno dara luz verde a este texto y el proyecto de ley comenzará su andadura parlamentaria, este martes PNV y PSE-EE tumbaron las enmiendas a la totalidad que EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU, PP, Vox y Ciudadanos habían presentado, con el fin de devolver este texto al Gobierno vasco y, de esta forma, atrasar su aprobación. 

Pero mientras desde la oposición denuncian que estos son unos presupuestos "conformistas", "faltos de autocrítica" y que "no responden" a las necesidades actuales de la ciudadanía vasca, Azpiazu aseguró este martes que las enmiendas debatidas en la Cámara respondían a "un guion" escrito incluso antes de que se presentaran las cuentas, e insistió en que este es un proyecto de ley "solvente, sólido, realista y coherente".

Incluso, el consejero jeltzale, que en todo momento dijo estar abierto a negociar estos presupuestos con el resto de formaciones políticas presentes en la Cámara vasca, acusó a los grupos enmendantes de estar guiándose por intereses electorales y "no proponer nada nuevo" ante unas cuentas que "no merecen el rechazo frontal" de toda la oposición. En este sentido, ha lamentado que los grupos parlamentarios criticaran "el escaso margen de negociación", al tiempo que mostraban su disposición para apoyar los futuros Presupuestos Generales del Gobierno de España "sin conocerlos" previamente. 

Con todo esto, mientras Azpiazu trató de defender estas cuentas ante el resto del Parlamento, los portavoces de la oposición compartían los motivos por los que habían presentado sus respectivas enmiendas a la totalidad. Con argumentos que iban desde el "continuismo" que criticaron EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, hasta los "excesos nacionalistas" que denunciaron los parlamentarios de Vox y Ciudadanos, Amaia Martínez y José Manuel Gil. 

Pero de entre todas, quizás la denuncia más notada fue la de la portavoz de la coalición soberanista, Nerea Kortajarena, quien criticó que tras 12 años de legislatura comandada por el lehendakari, Iñigo Urkullu, y después de dos mandatos con Azpiazu al frente de esta consejería, el Gobierno vasco ha presentado un proyecto de ley que pretende "seguir haciendo eterno el presupuesto eterno, con un poco más de dinero".

Así, aunque Azpiazu reconoció que esta norma tiene un gran margen de mejora, insistió en que responde a un proyecto "ambicioso", basado en "unas previsiones macroeconómicas realistas" y que no se responden a esa imagen "tremendistica y caótica" que denuncia la oposición. Una realidad que, a su juicio, forma parte de la estrategia electoral de estas fuerzas políticas.