En la política vasca, y en el PNV en particular, 2023 pasará como el año en el que dos de las principales figuras políticas de Euskadi: el actual lehendakari, Iñigo Urkullu, y el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, fueron relegadas a un segundo plano para dar paso a una nueva camada de políticos más jóvenes y adaptados a los tiempos actuales y, sin embargo, con un reconocimiento social muy bajo.
Se trata, concretamente, de los nuevos candidatos de jeltzale y soberanista para las elecciones autonómicas vascas de 2024: Imanol Pradales, diputado en las Juntas Generales de Bizkaia; y Pello Otxandiano, director de programa de la formación abertzale y uno de los principales estrategas de Bildu. Dos perfiles que, pese a contar con un posicionamiento político muy diferente, guardan numerosas similitudes. Entre ellas, el hecho de que ambos son dos varones relativamente jóvenes, con una amplia y marcada carrera dentro de su propio partido -aunque Otxandiano habitualmente ha trabajado desde una línea menos visible-, pero que nunca se han enfrentado a un proceso de tal magnitud como las autonómicas liderando a sus partidos.
Que ni EH Bildu ni PNV hayan optado por repetir candidato o, por lo menos, poner como cabeza de lista a los nombres con mayor reconocimiento tanto dentro del partido como en la sociedad da muestra del cambio de ciclo en el que está inmersa actualmente la política vasca. Un nuevo contexto en el que los nacionalistas ya han dejado de verse como imbatibles y donde la coalición soberanista es ya una candidata real a ganar las elecciones vascas. Aunque ya no tanto a ocupar la Lehendakaritza.
A esto se suma también el cambio de liderazgo dentro del PP vasco, con la llegada del exdiputado general de Álava y exdelegado del Gobierno, Javier de Andrés, en sustitución de Carlos Iturgaiz. Un cambio en las filas de los populares que afecta al resto de la estructura del partido en Euskadi y que busca aprovechar el bache por el que actualmente pasa el PNV para hacerse con el apoyo de parte de ese electorado descontento.
Pradales: el retrato robot
Imanol Pradales se ajusta, como ya dijo el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, a un "retrato robot" de cómo debía ser el nuevo candidato del Partido Nacionalista Vasco. Un político formado en las filas jeltzales y con un perfil muy similar a Urkullu. Y que sirviera para dar una sensación de cambio lo suficientemente marcada como para convencer a quienes están mirando ya a otros partidos, pero no lo suficientemente brusca como para provocar más rechazo dentro de los votantes más adeptos a Urkullu.
De hecho, después de que el PNV diera a conocer que el actual lehendakari no sería el candidato para asumir un posible cuarto mandato, muchos miraron con atención a Sabin Etxea en busca de un aspirante rupturista. Por eso, al saber que Pradales era el nuevo hombre de los jeltazles, la sensación general fue que el PNV había optado por un camino poco innovador, aunque sí rejuvenecido.
Una línea que se sigue también en las listas de los nacionalistas vascos para las próximas elecciones vascas. En ellas, muchos de quienes finalmente integraran el grupo parlamentario no cuentan con apenas experiencia en la Cámara vasca y de hecho solo aparece un nombre del actual Ejecutivo vasco: el de la consejera de Igualdad, Justicia y Derechos Sociales, Nerea Melgosa. Además, también desaparecen nombres de gran importancia en las filas jeltzales como Joseba Egibar y José Antonio Suso.
Otxandiano: el cerebro de EH Bildu
Mientras el PNV apuesta por un candidato similar al de anteriores campañas, en EH Bildu la elección de Otxandiano rompe con la dinámica que habían seguido en las anteriores citas con las urnas. Tanto en 2012 con Laura Mintegi, como en 2016 y 2020 con Maddalen Iriarte, la formación soberanista había tenido a una mujer como candidata y muchos esperaban que en esta ocasión, si no era Otegi, sería otra mujer quien encabezara las listas. De hecho, las parlamentarias Nerea Kortajarena y Oihana Etxebarrieta eran dos opciones que pisaban muy fuerte.
Pero finalmente, la coalición abertzale ha optado por poner a Otxandiano al frente del partido. Para muchos, uno de los artífices y principales responsables del gran momento electoral por el que actualmente está pasando EH Bildu, con comportamientos cada vez más cercanos a los de Elkarrekin Podemos-IU -haciendo que buena parte de sus votantes estén migrando a la coalición soberanista, al tiempo que muestra una imagen renovada de una formación política que algunos todavía miran con recelo.
Además, Otxandiano, que guarda una gran relación con Otegi y las filas de Sortu, fue uno de los principales artífices del conocido Pacto Educativo de abril de 2022 el cual, aunque acabó quedando en papel mojado, logró aunar en un mismo acuerdo a PNV, PSE-EE, Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, por lo que, de cada a la campaña, se le presenta también como uno de los principales negociadores de su formación.