Los fantasmas del pasado han vuelto, al menos a los centros de salud de toda España... Y lo han hecho con polémica incluida. La mascarilla dejó de ser obligatoria en estos lugares el pasado cinco de julio, mucho tiempo después de que dejase de serlo en restaurantes, colegios o tiendas; este miércoles su uso vuelve a ser obligatorio para profesionales del ámbito de la salud, empujado por un aumento de los virus respiratorios que ha duplicado los ingresos en los hospitales vascos.
Ya el pasado 28 de diciembre, el departamento de Salud hacía un llamamiento a la ciudadanía y recomendaba que "para prevenir la transmisión de enfermedades respiratorias" se utilizase la mascarilla "de manera responsable, especialmente en situaciones de riesgo". Teniendo en cuenta, remarcaban en ese momento, que esta "actúa como una barrera, reduciendo la emisión de partículas infecciosas y protegiendo tanto a la persona que la lleva como a quienes la rodean".
Pese a recomendarla, el Gobierno vasco rechazó el pasado lunes su obligatoriedad en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, en la que estuvieron presentes los representantes de los diferentes sistemas de salud de España. En esa cita el Ministerio y las comunidades no llegaron a un acuerdo y por tanto, se concluyó que no se iba a obligar a los profesionales a utilizarla.
Bajo el punto de vista de Osakidetza, el Ejecutivo central "no había presentado ni evidencias, ni informe alguno" que avalase la decisión, así como tampoco se habían llevado a cabo reuniones previas de la ponencia de alertas. Además remarcó que "como todos los años y desde el inicio de la temporada de gripe", el Sistema vasco de Salud había incidido en su uso para todas aquellas personas que tenían síntomas compatibles con virus respiratorios.
Mascarillas obligatorias desde este miércoles
Pese a que en la citada reunión del lunes la ministra de Sanidad, Monica García, daba 48 horas de margen a las comunidades para que presentasen sus propuestas, esta revertía la propuesta y este martes anunciaba la obligatoriedad de la misma en todos los centros de Salud.
Lo hacía por dar cobertura legal a las comunidades que ya la han implantado en centros sanitarios y pedía a las comunidades que se sumen a la obligatoriedad de las mascarillas en los centros sanitarios "con un poquito de normalidad porque es de sentido común y la gente ya la está aplicando en los centros sanitarios pese a que no hay obligación". Describía la decisión como una "medida muy básica para proteger a pacientes y profesionales" y afirmaba además que esta es "la mejor forma de contener el pico de gripe, que se ha disparado en la última semana de diciembre y que ha tensionado el sistema de salud".
Y es que la llegada de estos virus respiratorios en esta época del año es ya habitual, sin embargo, estos han llegado con fuerza a Euskadi en los últimos días, hasta el punto que Osakidetza ha tenido que habilitar 184 camas adicionales: 120 en Bizkaia, 40 en Álava y 24 en Gipuzkoa -donde podrían añadirse hasta 75 más-.
"Las cosas no se hacen así"
Esta decisión no ha calado bien en el Departamento de Salud vasco que, tras hacerse pública la decisión de Monica García y recalcando que recomienda su uso, ha asegurado que "su imposición en todo el Estado carece de justificación epidemiológica y plantea dificultades jurídicas", por lo que ha explicado que los servicios jurídicos de Lakua ya están analizando "los escenarios que pueden resultar de la imposición de una obligatoriedad de ese tipo": "Conscientes de las dificultades jurídicas de la imposición de la obligatoriedad, el texto de acuerdo que presenta el Ministerio no habla de uso obligatorio de la mascarilla, sino de uso universal. Eso es un término ambiguo y que supone inseguridad jurídica", ha advertido.
Lo explicaba la consejera de Salud, Gotzone Sargardui, quien además anunciaba que ha anunciado que en la reunión que se celebrará este mismo miércoles entre el Ministerio y los gobiernos autonómicos, trasladará a Sanidad una propuesta para la eliminación de la "obligatoriedad" del uso de las mascarillas en los centros sanitarios para todas las comunidades. Una propuesta que tratará que dicha obligatoriedad pase a ser una "recomendación" y dejando que sea cada comunidad, en función de su situación sanitaria, la que determine cuál debe ser su uso o no, recordando que "mientras que la última semana de diciembre la incidencia de la gripe en Cataluña era de 850 casos por cada 100.000 habitantes; en Valencia de 900; y en Murcia, de 1.200; en Euskadi era de 550".
Así, y a pesar de que algunos sanitarios no habían llegado ni siquiera a trabajar sin la mascarilla desde que se retirase su obligatoriedad, se abre un nuevo periodo en Euskadi que llega con polémica. Ya que además, la consejera también ha cuestionado la eficacia de imponer el uso de la mascarilla en centros sanitarios, dado que en la situación epidemiológica actual esto "no impediría" la expansión de los contagios en otros ámbitos.