El PNV se renueva con un mensaje social por boca de su flamante candidato a lehendakari, Imanol Pradales. Su primer gran discurso, con las referencias a mejorar las listas de espera de Osakidetza -su "máxima prioridad"- y a mantener el empleo de calidad en Euskadi, evidencia por dónde puede ir la contienda contra Bildu en las elecciones autonómicas de este 2024.
Necesitaban las bases del PNV un acto como el de este sábado en Durango. Porque fue una inyección de moral. Una forma de revitalizarse frente a lo que viene. Los peneuvistas se conjuraron para darlo todo en los próximos meses. Una respuesta del partido hegemónico a la pujanza de Bildu que, como dicta el Barómetro de Euskadi de Crónica Vasca, ahora mismo lograría más escaños en los comicios.
Emoción de Pradales
Pradales consiguió emocionar a los presentes con un discurso en clave eminentemente social pero con una fuerte referencia a la necesidad de que Euskadi se conforme como nación independiente. El discurso del PNV de siempre pero rejuvenecido. Reformado para los tiempos que corren, con los servicios sociales y el cuidado de lo público en el centro pero sin olvidar el soberanismo primigenio.
Venían los peneuvistas de una semana difícil. La paralización temporal del Guggenheim de Urdaibai, anunciada por el propio lehendakari, Iñigo Urkullu, y matizada ampliamente después por dirigentes de la propia formación, había enturbiado bastante las horas previas a esta fecha señalada en las agendas de todos los jeltzales.
Pese a las desavenencias internas por la salida del propio Urkullu, que casi nadie puede negar ya a estas alturas, este sábado los mandamases peneuvistas se conjuraron por un objetivo común: ganar las próximas elecciones vascas y mantenerse como formación hegemónica en Euskadi. Un cierre de filas en toda regla.
"Vamos a ganar"
Quien mejor expresó ese sentimiento común fue el presidente de los jeltzales, Andoni Ortuzar, al que quizás también le quede poco en el cargo pero que se toma esta gran contienda electoral como una suerte de último servicio a su partido. Afirmó el máximo dirigente peneuvista esta frase destinada a cargar las pilas de sus bases: "Vamos a ganar las elecciones; la cuestión es por cuánto".
"Indar berria", decía el lema del acto. Una "nueva fuerza" en la que todos los jeltzales quieren aportar para frenar a los abertzales que comanda Arnaldo Otegi con su delfín, Pello Otxandiano, como mejor exponente del cambio de estrategia de Bildu.
Los peneuvistas mostraron con claridad su intención de vencer a los malos presagios. La gran ovación tributada por los presentes al saliente Urkullu, los calurosos vítores a Pradales, la emoción del elegido para mantener la Lehendakaritza, el saludo entre ambos protagonistas y otros muchos detalles vistos en el acto de Durango evidenciaron con claridad que el PNV no está muerto. Al contrario, inicia su contrataque. Y no va a ser fácil que Bildu pueda aguantar el tirón. O ese es, al menos, el mensaje que querían enviar a sus rivales.